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Tierra de nadie

150.000 sacos de vergüenza

Yno precisamente de 'vergüenza torera', que es la que poseen los que los tienen bien puestos, de esa Rajoy y su gobierno saben bien poco.

¡Qué desastre!, qué desastre y qué bochorno más espantoso. Entonces si sentí vergüenza, no de ser español, pero sí del Gobierno que no nos gobierna. Porque lo que sucedió el pasado día ocho, cuando cuatro 'katanazis' bocachanclas sometieron a toda una ciudad, Barcelona, a su vandalismo fascista, no sólo no fue de recibo, fue intolerable, pero el Gobierno lo toleró. No sólo eso, es que, a más inri, se sintió "orgulloso de su actuación".

Es inadmisible que se permita el atropello, reiterado y chulesco, al derecho de los que quieren trabajar. Es inaceptable que se tolere el uso de menores como 'escudos humanos', su manipulación y abuso. Es intolerable que seis descerebrados colapsen el día a día de millones de personas e impidan los desplazamientos a otras 150.000. Pero lo peor es que todo ocurriese ante la mirada permisiva de unas fuerzas de seguridad maniatadas por las órdenes del Ministerio de Interior.

Sufrimos a un Gobierno acomplejado, temeroso de aplicar TODO el peso de la Ley, incapaz de responder a sus obligaciones para con el mantenimiento del orden público y el respeto a los derechos fundamentales de TODOS los españoles. Su tibieza me descompone, su inacción me enerva, su debilidad me cabrea. Lo único que consigue con tanta palabrería y tan poca acción es dar la razón a los violentos, alentar a los reventadores, dar oxígeno a los golpistas.

Para colmo de despropósitos, el pasado día nueve, mientras un juez del Tribunal Supremo decidía qué escribir en el auto sobre las declaraciones de los traidores que ocuparon la Mesa del Parlamento catalán, miembros del Gobierno y del partido que lo soporta, el PP, filtraban su preocupación por la posible entrada en prisión incondicional de los golpistas que quisieron quebrar el Estado de Derecho y romper España, nada menos que declarando, a su puta bola, la independencia unilateral de la 'República de Cataluña'. Y lo consiguieron: unos ridículos 150.000 euros de fianza para 'doña Rogelia' Forcadell, la que se saltó leyes autonómicas y estatales, el Reglamento de la Cámara, las sentencias del Constitucional, y cualquier atisbo de ordenamiento jurídico que se le puso por delante; ¡da igual!, 150.000 euritos que le regala la ANC, y a casita. Unos insultantes 25.000 euros para los secuaces que la acompañaron en todas sus tropelías acabaron de poner la guinda en la tarta que, muy tranquilos, se comerían Rajoy y los suyos, respirando aliviados mientras 44 millones de españoles nos mordíamos lo que teníamos a mano para no reventar de indignación ¡Qué vergüenza!, y qué pena…

¿155, para qué? El macarra cobarde de Puigdedmont y los tres prófugos que le acompañan utilizan la televisión y la radio pública de Cataluña a su antojo y conveniencia: envían comunicados, hacen declaraciones, publicitan la constitución de un "gobierno legítimo en el exilio…"; los mercenarios de Omnium y ANC campan por sus respetos, se adueñan de calles, vías férreas y carreteras, se apropian del desorden público, hacen y deshacen a su antojo ante la pasividad de un Rajoy amedrentado, en lugar de indignado y resolutivo; los golpistas reinciden en su delito, sus amenazas y sus provocaciones, sin que nadie haga nada más que nada; en muchos colegios se siguen adoctrinando a los chavales, inculcando la mentira, sembrando el odio a España, sin que nadie, más que los desesperados y abandonados padres afectados, haga nada para detener esa infamia… ¿155…?, ¡155!

Los únicos que están a la altura de las circunstancias son, hoy por hoy, 'Ciudadanos'. Son los únicos, repito, que llaman a las cosas por su nombre, que se posicionan con claridad y sin ambages, los que pidieron -hace muchos meses- un 155 de verdad, los que reclaman efectividad sin complejos contra los fascistas independentistas, los que exigen proteger los derechos de todos con TODOS los recursos legítimos al alcance del Estado… pero están solos.

'Proporcionalidad', la palabra mágica que ha encontrado el Gobierno para tratar de quitarse el ridículo de encima. Pues sí: ¡pro-por-cio-na-li-dad! Es lo que queremos y necesitamos. Proporcionalidad acorde con la salvajada que se ha perpetrado en Cataluña; proporcionalidad contra los brutales daños sociales y los irrecuperables perjuicios económicos que esos descerebrados prepotentes y racistas nos están causando a todos; contra los abusos de poder de los independentistas; contra la discriminación, persecución y agresión hacia todo lo español; contra los ultrajes, continuados y consentidos, a la bandera constitucional de España; contra la grosera manipulación de los medios públicos; contra los reiterados y permitidos desprecios al Himno Nacional; contra el adoctrinamiento en los colegios; contra las purgas políticas a los disidentes; contra la violencia que imponen en las calles de todos; contra el allanamiento de los derechos de los que no son ellos. Proporcionalidad contra la vergüenza por el ridículo que, también el Gobierno de España, nos está haciendo pasar.

PD: ¿Cuántos muertos necesita 'Podemos' para condenar a Maduro, el dictador asesino de Venezuela? ¡Ya son 154, el Parlamento secuestrado, la Constitución allanada, las elecciones prostituidas, y las cárceles llenas de presos políticos!

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