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Temporal de levante

Más de setenta actuaciones en Jerez por el fuerte viento de levante

  • Los centros educativos, los más afectados en una jornada desapacible y donde por segundo día consecutivo las caídas de árboles propiciaron la mayor parte de las incidencias.

Por segundo día consecutivo, el viento consiguió poner en jaque a la ciudad, donde no hubo una zona que se librase del fuerte temporal que azotó a Jerez durante todo el día. Desde primeras horas de la noche del miércoles hasta las doce de la noche de ayer, hora en la que se pasó de la alerta naranja a la amarilla, la actividad para Policía Local, Bomberos y Protección Civil fue frenética, como también lo fue para trabajadores de Medio Ambiente e Infraestructura, que junto a empresas como Urbaser, Elsan y Gesser, no pararon en todo el día. En total, se produjeron más de setenta intervenciones, según fuentes municipales, e incluso la centralita de la Policía Local llegó a recibir más de cien llamadas desde la noche del miércoles hasta mediodía de ayer.

Afortunadamente, los incidentes acaecidos no fueron de consideración, y a excepción de la mujer que resultó herida leve en la tarde del miércoles al impactar la rama de un árbol contra el cristal del coche en el que circulaba, tal y como se informó en la edición de ayer, no hubo que lamentar heridos. Sí que se produjeron numerosos daños materiales, principalmente en algunos vehículos que sufrieron la caída de diversos árboles en toda la ciudad.

A lo largo del día, el sector educativo fue uno de los más castigados. Tanto que en el CEIP La Unión tuvieron que suspenderse las clases al desprenderse una de las claraboyas que se comunica con el hall principal del centro. Como medida de precaución, la directora, Lourdes Cano, decidió suspender las clases, que no se reanudarán hasta el lunes ante la imposibilidad, tal y como destacó la propia alcaldesa de la ciudad, de subsanar los desperfectos debido al fuerte temporal.

La decisión, respaldada por la propia delegación territorial de educación, que a primera hora mandó un escrito a todos los directores de los centros educativos de la ciudad invitándoles a suspender la actividad ante cualquier posible riesgo, fue compartida por muchos padres. Es más, desde la Flampa se reconocía ayer que muchas Ampas, impulsadas por las peticiones de los padres y madres, habían planteado la posibilidad de suspender la actividad educativa en la ciudad viendo los problemas que se estaban padeciendo.

Pero no fue sólo La Unión el único centro afectado. En ellos, la mayor parte de las incidencias tuvieron que ver con caídas de árboles y de vallas. Problemas en el vallado padecieron el CEIP Pío XII, el Arana Beato, el Blas Infante, Torresoto, el Ciudad de Jerez y La Marquesa mientras que hubo caídas de árboles en la Compañía de María, El Retiro, el Elio Antonio de Nebrija (donde también se desprendió una chapa), Cuartillos, el Tartessos y de nuevo el Blas Infante, donde también se cuantificaron problemas con algunas tejas por la tarde.

Otros colegios sufrieron desprendimientos, como La Ina, donde se cayó una cornisa, José María Pemán, con la caída de una farola que se sumaba a la del árbol sufrida del miércoles, y el Luis Vives, en el que una rama impactó sobre la cornisa provocando algunos desperfectos, indicaron desde el Ayuntamiento.

En el resto de la ciudad, el viento derribó numerosos árboles, algunos de grandes dimensiones, como el que cayó en la esquina de la calle Porvera, justo enfrente de la Iglesia de la Victoria. Este sorprendió a muchos vecinos, toda vez que la acacia había sido tumbada de raíz. Las rachas provocaron también otros incidentes de este tipo en la calle Clavel y en la Rotonda delToro, la Avenida Álvaro Domecq a la altura del Banco Sabadell, El Almendral e incluso en el interior del Recreo de las Cadenas, sede de la Real Escuela, todos sin consecuencias.

Los contenedores de basura y reciclado propiciaron muchos incidentes sobre todo al golpear contra vehículos aparcados. En el Parque Atlántico, concretamente, se produjeron varios impactos que acabaron con roturas de cristales y fuertes abolladuras en muchos de ellos.

No faltaron los desprendimientos de cornisas, como los acontecidos en la barriada El Pelirón y en algunas calles del centro, de carteles de establecimientos, chapas (como la que voló por la calle Bizcocheros) y sobre todo de algunos muros, el más llamativo el que se produjo en un local vacío de la Avenida de Arcos, que afortunadamente, al producirse de madrugada, no provocó incidentes. También sucumbieron a la fuerza eólica muchos de los macetones del Parque Atlántico, a pesar de su peso.

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