Hasta aquí han llegado, o eso parece. Los trabajadores de la concesionaria Urbanos Amarillos dieron ayer un ultimátum a la empresa ante el impago a parte de la plantilla. La huelga de los autobuses, ahora paralizada desde hace varias semanas, podría reiniciarse el próximo lunes si la concesionaria no hace efectivo el ingreso a los 21 empleados que aún deben cobrar los atrasos y la nómina de octubre. Así lo anunció ayer el secretario del comité, Juan González, quien reiteró una y otra vez que "si el viernes no está el dinero en las cuentas de todos, y digo todos, los trabajadores, el lunes no sale ni un autobús".

Desde que decidieron 'paralizar' la huelga han sido muchas las fechas de aplazamiento que ha dado el comité para conseguir desconvocar definitivamente estos paros, "pero parece que no llegamos. Ahora sólo queda que paguen, no queremos más reuniones con la empresa", declaró el secretario. El comité se mostró ayer más molesto que en pasadas semanas por el retraso en el pago a pesar de los compromisos de la concesionaria. "Hoy -por ayer- creo que se ha vuelto a reunir la empresa con el Ayuntamiento y creemos que de nuevo le habrá pedido dinero para hacer frente a las nóminas, vamos, que le habrán solicitado el reconocimiento de factura de noviembre. Otra vez, la empresa utiliza a los empleados para hacer presión al gobierno local y ellos recibir dinero", denunció González.

Esta crítica no es la primera vez que la lanza el comité de Urbanos Amarillos, ya que desde que entró la concesionaria en la ciudad "nos ha utilizado. El trabajador es el que recibe los palos, pero el que además le lleva a conseguir dinero", remarcó el secretario, quien reiteró que "esta empresa no tiene capacidad financiera ni liquidez para afrontar ni un mes, así que estaremos así siempre".

Los ánimos entre los compañeros de la plantilla están algo menos caldeados que días atrás, pero "estamos cansados de que nos manipulen, la empresa está jugando con nosotros desde el primer momento y ya no aguantamos más", apuntó el representante de la plantilla. La paciencia ha llegado a su fin y por eso, el comité avanzó que durante la primera quincena de diciembre se reunirá la plantilla para programar las acciones por el que ya saben que será el impago de la paga extra. "La cosa está mal y no creo que la ingresen, así que no nos queda otra vía que exigir el cobro con más protestas".