Una viña de Nueva Rumasa en el limbo
Bodegas
Hacienda San Patricio no tiene dueño conocido ni encuentra comprador · Nadie se hace cargo del viñedo, abandonado a su suerte tras la venta del grupo de los Ruiz-Mateos y su fallida salida a subasta
La imagen del abandono o semiabandono se extiende por el viñedo del Marco de Jerez, donde según datos del Consejo Regulador facilitados en el balance de vendimia esta campaña se han quedado en torno a un millar de hectáreas sin cosechar por falta de cuidados mínimos. Viticultores y bodegas se quejan del peligro que representa a efectos sanitarios para las viñas cuidadas la proliferación de las abandonadas, entre las que citan expresamente parte del viñedo adscrito a sociedades de Nueva Rumasa ajenas a los concursos de acreedores y, al parecer, a la venta del grupo empresarial de los Ruiz-Mateos a Back in Business -los liquidadores de Marsans-.
De no ser por la declaración de la antigua suspensión de pagos, las firmas bodegueras del entramado empresarial que levantó José María Ruiz-Mateos tras la expropiación del antiguo holding de la abeja estarían en total desgobierno, que es precisamente la situación a la que se enfrenta Hacienda San Patricio, abandonada a su suerte y sin que nadie se haga cargo de la explotación vitícola localizada en la Nacional IV.
A todos los efectos, Hacienda San Patricio dependía de Garvey-Jerez (Complejo Bellavista), donde se daban las instrucciones de las tareas a desarrollar, se firmaban los contratos y se pagaban las nóminas a la treintena de trabajadores, la mayoría fijos-discontinuos a los que se recurría en función de las necesidades de producción.
Ni los nuevos propietarios de Nueva Rumasa ni la familia Ruiz-Mateos se han puesto en contacto con los trabajadores de Hacienda San Patricio para explicarles su situación. Back in Business se desentiende de la sociedad, que según confirmó ayer un responsable de la empresa vinculada a Ángel de Cabo a los sindicatos no entró en la operación de compraventa de Nueva Rumasa al estar embargada por el Banco de Santander.
Efectivamente, y según avanzó este medio -ver Diario de Jerez- la entidad bancaria vendió todos sus créditos sobre Nueva Rumasa a un fondo de inversión holandés -Promontoria-, quien no encontró comprador en la subasta pública de la explotación vitícola celebrada el pasado 19 de septiembre, por lo que en estos días, y tras quedar desierta la puja, debe decidir si se adjudica la finca.
Entre tanto, los trabajadores han puesto en conocimiento de la Inspección de Trabajo su situación de abandono, y prueba de ello es que el guarda de la explotación -uno de los tres trabajadores fijos y residente en la finca- lleva varios días con la luz cortada por impagos de la factura.
Mientras en Complejo Bellavista (Garvey-Jerez), Zoilo Ruiz-Mateos, Valdivia y Teresa Rivero los trabajadores y administradores -sociales y concursales- mantienen a duras penas la actividad con los mecanismos que ofrece la antigua suspensión de pagos ante la ausencia de noticias de los nuevos propietarios, de los que no se ha vuelto a saber nada tras su visita relámpago a Jerez, en Hacienda San Patricio no saben a quien acudir mientras la viña se echa a perder.
Varios de los afectados acudió ayer a la asamblea convocada por los sindicatos para estudiar qué hacer a la espera de que la autoridad laboral se interese por su situación, ya denunciada. Los trabajadores, que al menos están al corriente de pago en la nómina, dudan entre protestar a las puertas de Complejo Bellavista o del Banco de Santander, aunque se seguir adelante con las movilizaciones seguramente alternarán entre ambos. Su futuro está en el aire y nadie da la cara, por lo que también han solicitado una reunión con los administradores de Garvey-Jerez con la confianza de que Hacienda San Patricio se pueda incorporar al concurso de la bodega en la que rendían cuentas.
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