Navidad 2017

Las zambombas provocan otro 'llenazo' en el centro de la ciudad

  • Miguel Ángel Vázquez, consejero de Cultura, celebra en Jerez el III año de la denominación BIC: "Es una fiesta que aúna tradición, cultura y dinamismo económico"

Las zambombas volvieron a ser protagonistas de la fría jornada de ayer en la que la ciudad se llenó de ambiente en distintas zonas de la misma, en especial, en el centro, donde se habían programado actos diversos. La más institucional, por calificarla de alguna manera, tuvo lugar por tercer año consecutivo en los Museos de la Atalaya, sin duda, el espacio perfecto para propuestas de este tipo.Hasta allí se desplazó el consejero de Cultura, Miguel Ángel Vázquez, que estuvo acompañado por la secretaria general de Cultura, Cristina Saucedo. Por parte del gobierno local asistieron Laura Álvarez y Francisco Camas.

Un momento de la zambomba celebrada en los Museos de la Atalaya y que congregó a numeroso público. / MANUEL ARANDA

El máximo responsable en materia de cultura de la Junta reconoció que la zambomba "es ya una fecha señalada en el mes de diciembre y para Jerez es una oportunidad, primero porque hay fiesta, hay tradición, se pone en valor el flamenco que es nuestra seña de identidad más reconocida en el mundo, pero al mismo tiempo se produce dinamismo económico. La zambomba genera actividad económica de primera magnitud en la ciudad de Jerez y en la comarca, por lo tanto reúne todos los condimentos, por un lado, la fiesta pero por otro la oportunidad económica y la difusión de la cultura".

Miguel Ángel Vázquez se refirió también, en su visita a Jerez, por el futuro del Museo del flamenco de Andalucía. En este sentido indicó que "estamos trabajando de la mano con el Ayuntamiento y estamos preparando el proyecto técnico. Por un lado se está trabajando en el diseño museográfico, donde hay una comisión de expertos, y por otro estamos trabajando con el Ayuntamiento para la redacción del proyecto arquitectónico. Vamos cumpliendo los objetivos y el Museo del Flamenco de Jerez será una realidad antes del año 2020".

Esta iniciativa, promovida tras la declaración de la zambomba como Bien de Interés Cultural, estrenaba este año fecha, ya que por primera vez se celebraba un sábado. La intención no era otra que congregar a un mayor público, que poco a poco se fue congregando en la calle Lealas.

Sobre el corro en torno a una buena candela, más si cabe por el viento del norte que sopló ayer, fueron pasando algunos de los artistas invitados a la cita, tres formas distintas y muy personales de entender la zambomba.

El aire más contemporáneo lo aportó un grupo que encabezado por Luis de Periquín que contó con las voces de Lela Soto, Estefanía Zarzana, Dolores de Periquín, Felipa del Moreno, Joselete de Musho Gitano, Manuel de Cantarote, Nono de Periquín, José de la Melchora y Juan Diego Valencia, y las guitarras del propio Luis de Periquín y El Madrile.

Posteriormente fue un grupo más clásico, liderado por Pepe Alconchel quien tomó el mando de los villancicos. Junto a él, Alberto Sánchez 'El Almendro' y Caracolillo de Paterna, más la guitarra de Juan Diego de Luisa.

Ya bien entrada la tarde llegaría otro toque distinto, esta vez con el protagonismo del jerezano José Méndez, un artista al que escucharlo de tú a tú es una maravilla, algo parecido a lo que ocurrió con Elu de Jerez, imponente como siempre, y la esponateidad y la gracia de María Márquez, que formó el taco con el villancico 'De pestiños y alfajores', cantándose y bailándose con mucho arte.

El ambiente, no obstante, se repitió en distintas zonas de la ciudad, si bien es verdad, que no fue el del pasado fin de semana que coincidió con el puente. De cualquier forma, como viene siendo norma desde que arrancó diciembre, fueron muchos los visitantes que estos días pasan por Jerez buscando esa zambomba verdadera o ese rescoldo más íntimo en el que disfrutar. Fue una jornada larga, y que algunos empezaron a mediodía y extendieron hasta bien entrada la madrugada.

En San Miguel, la Peña La Bulería acogió el pregón de la Navidad de la Hermandad del Cristo (a cargo de Jaime Gutiérrez Casado), que finalizó con una zambomba muy animada y cuyos beneficios iban destinados a la Bolsa de Caridad. Al otro lado de la ciudad, el triángulo Chacón, Plaza Plateros y Tío José de Paula fue de lo más intenso. En la plaza Plateros, la zambomba de Casa Gabriela, a la que mima y cuida Juan Antonio Morilla, su propietario, aglutinó a un importante número de personas. La gente canta y se invita a que cante sobre un corro, creándose un ambiente especialmente navideño y recomendable viendo lo que hay por ahí.

El otro vértice se dio entre la calle Carne y la calle Salas. En la primera, la zambomba de las hermandades de San Rafael y la Misión concentró también a mucho público, igual que la que organizó la Peña Rociera Los Romeritos, en la calle Salas, y la Peña Don Antonio Chacón, otro punto significativo, no en vano cuenta con amplia tradición.

Ya cuando caía la noche, el barrio de Santiago y la calle Merced recuperaron el protagonismo de la mano de la Peña Tío José de Paula. Llena hasta reventar, como cada año, la fiesta por bulerías y los villancicos se entrelazaron durante horas y horas con artistas y peñistas dándolo todo.

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