Una vuelta más

A Jerez le llegó la hora de Andalucía

  • Tras 36 años a cargo del Ayuntamiento, la Junta podría sumarse también a la gestión pública del Circuito

  • Cataluña, Valencia y Aragón asumen ese mismo papel, sin suponer mermas, sino más beneficios

  • La ciudad mantendría su histórico protagonismo intacto, a la vez que reactivaría su proyección

Más de 150.000 personas acudieron al GP de España de 2019, el último con público.

Más de 150.000 personas acudieron al GP de España de 2019, el último con público. / Pascual

Todo buen caminante sabe que "al andar se hace camino y, al volver la vista atrás, se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar". O así debería ser. El aldeanismo no conduce a buen puerto. Mejor nos iría haciendo caso a esos pedagógicos versos de Antonio Machado, que vienen como anillo al dedo para que el Circuito de Jerez mire al reloj y vea si le llegó la hora de Andalucía. Tras 36 años a cargo del Ayuntamiento, la Junta está valorando la opción de sumarse también a la gestión pública del histórico trazado, que bajo la tutela de esta ciudad gaditana ha realizado un larguísimo camino casi en solitario y, teniendo en cuenta el panorama socioeconómico, sería muy juicioso si se unieran fuerzas para seguir adelante. El interés por parte de la máxima institución autonómica ya existe, ahora es cuestión de que se le abran las puertas en las reviradas instalaciones de la carretera de Arcos. Lo suyo es darle el pase VIP que merece.

Esta terrible pandemia está cambiando el mundo tal y como lo conocíamos, obligando a reinventarnos de arriba abajo. A partir de ahora, será imposible avanzar con una mirada estrecha o apelando al maldito cortoplacismo. Hay que dar pasos firmes y buscar alianzas, propiciando un futuro sostenible. Sin lugar a dudas, esa debería ser la hoja de ruta del Circuito de Jerez que, desde su inauguración en 1985, ha sido uno de los principales motores de la región andaluza, pieza clave de su impulso turístico, germen de modernidad, riqueza y promoción turística sin igual. Pero al mismo tiempo, los elevados costes de su puesta en marcha, renovaciones y avatares diarios han recaído de forma muy especial sobre las mermadas arcas de una ciudad con récords de endeudamiento nacional. De ahí que el trazado jerezano suscite permanente preocupación por sus vicisitudes financieras, cuyas cargas (de profundidad) se han venido derivando durante estas casi cuatro décadas de existencia hacia el Consistorio de la población con mayor deuda acumulada en el ranking de las que superan los 100.000 habitantes. Razón de más para que administración local y autonómica busquen soluciones conjuntas (no revueltas) para un circuito que, en cuanto a gastos corrientes y de personal, se autofinancia con los ingresos de su alquiler de pista. El sol de Andalucía sigue atrayendo como un imán a equipos de competiciones del motor, llegados de todos los puntos del planeta.

Carmelo Ezpeleta, CEO de Dorna, y la alcaldesa Mamen Sánchez. Carmelo Ezpeleta, CEO de Dorna, y la alcaldesa Mamen Sánchez.

Carmelo Ezpeleta, CEO de Dorna, y la alcaldesa Mamen Sánchez. / Manuel Aranda

De no ser por el pasivo que arrastra, cercano a los 12 millones de euros, el trazado que comparte nombre con Ángel Nieto sería rentable y autosuficiente. El Ayuntamiento de Jerez abona cada año su parte del canon por la organización del Gran Premio de España de MotoGP, mientras que la Junta afronta una cantidad superior por el mismo concepto. Ni que decir tiene que, con los ingresos de taquilla y el positivo impacto económico de este multitudinario evento, se justifica plenamente la inversión. De hecho, la Junta de Andalucía se promociona también en grandes premios de otros países, por el gran retorno publicitario que supone para la región, apoyada en la empresa española Dorna, que gestiona el Campeonato con el incombustible Carmelo Ezpeleta al frente. Por ello no sería de extrañar que, si Jerez permite ampliar el accionariado de la sociedad pública Cirjesa, se produzca una apuesta aún más firme por parte de la máxima institución autonómica, como lo hacen también el resto de administraciones homónimas en Cataluña, Aragón y Valencia desde sus inicios. Porque si algo está claro es que solo seguirán en pie aquellos circuitos que se adapten a los nuevos tiempos. Más aún si tenemos en cuenta que a partir de 2022 comenzarán las rotaciones entre los cinco circuitos de la península ibérica (cuatro de nuestro país y Portimao en Portugal), por lo que tras renovar tres años de contrato, 2024 sería el primero que no habría Gran Premio en el trazado andaluz. Eso sí, el propio Ezpeleta ha dejado la puerta abierta: "Hemos firmado tres años con Jerez; pero haremos todos los esfuerzos para que sean más". Es oportuno recordar que la mayoría de países sólo tiene un Gran Premio de MotoGP, como es el caso de Japón, que también dispone de varios circuitos y son líderes mundiales como fabricantes. Por otro lado, salvo Italia que cuenta con dos pruebas en su territorio, no hay otro país con más de dos grandes premios. Toca por tanto adaptarse.

Márquez celebra su triunfo en 2019. Márquez celebra su triunfo en 2019.

Márquez celebra su triunfo en 2019. / Manuel Aranda

Los números hablan por sí solos: antes de que la terrible pandemia obligase a dejar las gradas vacías, un total de 151.513 espectadores (75.047 el domingo de competición) asistieron al último Gran Premio de España de MotoGP celebrado con público en el trazado jerezano en 2019 (casi siete mil más que en el año anterior), lo que se tradujo en una recaudación de 5,1 millones de euros por taquilla, frente a los 4,8 millones de 2018. Es decir, la afición por este deporte mueve masas sin parangón y, en el caso concreto del Circuito de Jerez, rompe todos los esquemas desde hace 34 años que, ininterrumpidamente, viene acogiendo al Mundial de Motociclismo, como si de su Catedral se tratara. De ahí que el impacto económico sobre la zona supere los 50 millones de euros, cifra que llega a duplicarse en el caso de Andalucía, con un retorno mediático estimado en los 20 millones de euros (asisten 400 periodistas de los cinco continentes). Basta con multiplicar esas cifras por las más de tres décadas que el Gran Premio lleva celebrándose, para certificar si merece o no la pena.

Jerez fue la única ciudad de España que arriesgó en los años ochenta para construir el trazado permanente que exigían la F1 (que puede volver) y el Mundial de Motociclismo, logrando así una fórmula de éxito deportivo, económico, turístico y cultural, cuyo ejemplo cundió como la pólvora, 'promoviendo' los otros tres circuitos que ahora plantean competencia en nuestro país. Y está claro que si Jerez supo ver el futuro, puede volver a hacerlo, pero mejor le iría en alianza con la Junta. También se habla mucho de fuga de talentos, aludiendo a esos genios que nos abandonaron para encontrar mejores oportunidades fuera de nuestras fronteras y, como es lógico, debemos incluir al jerezano Juan Baquero, director que fue del circuito andaluz hasta el año 2015, en que se vio obligado a 'emigrar' a Qatar para realizar idénticas funciones en el trazado de Doha, donde ha realizado una labor ejemplar. Sin lugar a dudas, para esta nueva singladura habría que recuperar todo el talento perdido, reincorporándolo a la formidable plantilla de trabajadores con que ya cuenta el Circuito.

El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla, entregando a Márquez el catavino de campeón en 2019. El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla, entregando a Márquez el catavino de campeón en 2019.

El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla, entregando a Márquez el catavino de campeón en 2019. / Vanesa Lobo

Todo lo que acabo de exponer aquí son valoraciones personales, movido quizá por mi deseo de atisbar un horizonte prometedor para el Circuito de Jerez, que pasaría indefectiblemente por la estabilidad económica y una gestión más eficaz bajo el paraguas de la máxima institución autonómica. Se dice que el sentido común es el más común de los sentidos y, para ejercitarlo, nada mejor que sondear a la propia sociedad jerezana, consultándoles qué ven más conveniente. Así de fácil. Lo que nunca debería influir en estos casos es la ideología, que ya tenemos experiencia sobrada de lo nefasta que resulta. Los egos hay que dejarlos fuera, hay mucho en juego. Basta con recurrir al inolvidable poeta sevillano Antonio Machado para ver claro que a Jerez le llegó la hora de Andalucía: "Caminante, son tus huellas el camino y nada más; caminante, no hay camino, se hace camino al andar"…

(*) Jesús Benítez, periodista y escritor, fue Editor Jefe del Diario Marca y, durante más de una década, siguió todos los grandes premios del Mundial de Motociclismo. A comienzos de los 90, ejerció varios años como Jefe de Prensa del Circuito de Jerez.

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