Motociclismo | Gran Premio de España

La primera vez en Jerez, inolvidable

  • El estreno del Circuito en el Mundial fue también el de las largas colas, una fiesta salpicada por algunos incidentes y que se recuerda por la gran afluencia de aficionados y el homenaje a Ángel Nieto

33 años y 8 días después del primer Gran Premio de España en Jerez, el Circuito se ha quedado en silencio el fin de semana del Mundial de Motociclismo, aplazado por la pandemia del coronavirus. Mucho ha cambiado el trazado jerezano desde aquel 26 de abril de 1987, cuando comenzó a unirse el nombre de Jerez a la historia del motociclismo.

Y para la historia quedó la primera vez, ese Gran Premio inaugural que quedó plagado de anécdotas. Las crónicas de la hemeroteca de Diario de Jerez recuerdan, además del espectáculo en la pista, los problemas en los accesos, hasta para los políticos, y algunas incidencias reseñables.

Fue un éxito de público aunque ya se sabe que esto de las cifras bailan según el que dirija la orquesta. Eso sí, tanta gente se notó en los accesos, y es que por entonces la carretera Jerez-Arcos era solo de dos carriles y dos sentidos, lo que provocó largas colas.

Cuatro horas para llegar al Circuito; colas hasta La Asunción

En la crónica de ambiente del Gran Premio se reflejaba en el Diario que "con una afluencia de 132 mil personas (datos de venta de entradas en taquilla) y 30 mil vehículos, los accesos al circuito de Jerez quedaron colapsados ayer tanto a la entrada como a la salida del Gran Premio de España-Campeonato del Mundo de Motociclismo, que provocó que algunos automovilistas tardaran cerca de cuatro horas en llegar o volver de las instalaciones del trazado jerezano".

En efecto, cuando algunos aficionados todavía no habían salido del casco urbano ya estaba formada la cola: "A las nueve de la mañana de ayer, la cola del embotellamiento que se registraba en la carretera de Arcos llegaba hasta la barriada jerezana de La Asunción, distante unos diez kilómetros del circuito. Igualmente, los accesos a esta carretera por la autopista A-4 Sevilla-Cádiz quedaban bloqueados por el mismo motivo, llegándose a contabilizar una cola de once kilómetros por longitud en esta carretera".

Con tamaño panorama, algunos conductores optaron por romper la fila: "Mientras el helicóptero de la Dirección General de Tráfico sobrevolaba la zona con el objeto de informar a la Guardia Civil de la situación, los conductores se desesperaban tras el volante, circulando por su propia iniciativa incluso en tres carriles -que impedían el tráfico en sentido contrario- agravando todavía más el embotellamiento. Los únicos que no tuvieron problema en este sentido fue la 'gran familia motociclista', que con sus potentes vehículos adelantaban a los turismos, desde donde eran observados con sana envidia".

Luis Rebelles, que firmaba el artículo, abogaba ya por solucionar un problema que iría agravándose con el paso del tiempo: "Si en verdad de esta situación no se ha de culpar a nadie, aún menos a los funcionarios policiales que se vieron desbordados ante la ingente caravana de vehículos, sí se ha de plantear la búsqueda de una inminente solución para que los accesos circulatorios al circuito sean más racionales".

La pelea política entre Pedro Pacheco, alcalde de Jerez, y la Junta, retrasó el desdoble de la carretera hasta que Dorna se puso firme después de que en un Gran Premio hubiera pilotos que llegaron tarde al warm up por culpa de las colas, y a otros hubiera que recogerlos en ciclomotores: o se arreglaban los accesos o Jerez se quedaba sin Mundial. Sevilla le vio las orejas al lobo y se arregló en un año lo que tardó en solucionarse varios lustros.

Volviendo a 1987, los atascos no se acabaron al llegar al trazado de la carretera de Arcos sino que provocaron un cuello de botella: "Por otro lado, el caos circulatorio también se produjo en los accesos al aparcamiento, donde se pudieron observar escenas casi de histeria por parte de algunos que optaron por 'huidas a la desesperada' por las cunetas, con el consiguiente destrozo de los bajos de los turismos. Otros, haciendo caso al aforismo de 'a mal tiempo, buena cara', llegaron a bromear -mientras la 'serpiente multicolor' automovilista se acercaba centímetro a centímetro al circuito- comentando que aquellas eran escenas de la película El gran atasco, mientras apuraban el vigésimo cigarrillo de la mañana".

Y el que suscribe ha sufrido en sus propias carnes a principios de los 90 lo que ya alguno experimentó en el primer Gran Premio: "Los que ya no soportaban más la 'tortura' decidieron abandonar su coche en la cuneta y marcharse a pie hasta el soñado 'edén motociclista'".

Y la caravana no entendía de protocolo: "Quien no pudo escapar del rigor del embotellamiento fue el secretario de Estado para el Turismo, Javier Gómez Navarro, pese a los afanes de la Guardia Civil por prestarle escolta, ya que éstos desconocían el vehículo en que viajaba, por lo que tuvo que soportar con estoicismo la larga espera, al igual que el resto de los aficionados".

Dentro del Circuito, la zona VIP estuvo concurrida por celebridades locales: "Aunque miembros del equipo del director de cine Steven Spielberg, que rueda estos días en la localidad de Trebujena, habían adquirido varias entradas de la tribuna de recta de salida para asistir a esta competición, éste no acudió ayer a la cita deportiva. También se rumoreó la asistencia al circuito de Su Majestad El Rey de España y del cantante internacional Julio Iglesias, quienes tampoco fueron vistos en el trazado jerezano. Sí vimos al ex-púgil Pedro Carrasco, sin Rocío Jurado, inmerso en las labores de promoción de la firma Marlboro y hombre ya asiduo del circuito de Jerez".

Retirado el año anterior, Ángel Nieto no se perdió el Gran Premio en Jerez, donde recibió un cálido homenaje y dio una vuelta al circuito, subiendo al monolito que lleva su nombre con sus dos hijos: "Animadas estuvieron ayer las 'mezaninas' del circuito, especialmente la de Juan García Jarana, que reunió a la familia Derbi en pleno, en un brindis amistoso y feliz por el piloto 'Aspar'", mientras que el 12+1 era reconocido y agasajado en el Circuito: "Es como si hubiera ganado el Mundial. Estoy muy feliz de estar en Jerez hoy, de este homenaje, de los aficionados", nos decía un Ángel Nieto sincero y algo nervioso tras el homenaje que se le tributó ayer".

Se colaron unos cinco mil

La cruz fueron los 'tártaros' que quisieron aprovechar el Gran Premio para llevarse algún premio: "Lógicamente, en una concentración tan multitudinaria como la de ayer no faltó el vandalismo de individuos que, parapetados en la cobardía de la mayoría o de un arma, hicieron ayer 'de las suyas', mayoritariamente en el exterior del autódromo. Así, varios vigilantes de los aparcamientos exteriores del circuito fueron amenazados con navajas para que abandonaran su labor, al descubrir a estos individuos robando en varios de los cientos de turismos allí estacionados. Fueron muchos los vehículos objetos de robos. Hubo también varias reyertas en las larguísimas colas que se formaron en las taquillas, así como en varias tribunas".

Como siempre, hubo quien trató -y lo consiguió- de entrar sin pagar: "Y la picaresca del 'cuele' tampoco faltó. Se calcula que unas cinco mil personas lograron acceder al circuito sin pagar la entrada correspondiente. Para ello se utilizaron varios métodos, llegando incluso algunos individuos a derribar largos trozos de vallas con este fin".

Pero anécdotas, incidentes e incidencias aparte, fue un gran primer Gran Premio, que abrió la senda a lo que es hoy Jerez y su circuito en el Mundial de motos: "Una jornada inolvidable en el capítulo deportivo que relanza y consolida al circuito de Jerez, con una masiva afluencia de público que bate el récord de las registradas hasta el momento".

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