Una vuelta más
Jesús Benítez
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Mundial de MotoGP
Marc Márquez parece que busca petróleo con tal de reencontrarse. El octacampeón mundial, que ya se perdió las carreras de Indonesia y Argentina, hizo saltar ayer de nuevo todas las alarmas en Portugal con otra caída en la que volvió a golpearse la cabeza, pero lejos de amilanarse logró recomponerse y reafirmar que no va a rendirse, pues quiere ganar carreras y aspirar a un nuevo título de MotoGP. Las imágenes que ilustran este artículo, captadas por el fotógrafo jerezano Chiqui Chamorro en Portimao, demuestran fielmente su afán de superación. El coraje y genialidad innato del piloto español para llevar al límite su nueva Honda, domándola y jugando con las leyes de la física, apurando la frenada donde ya es imposible, hasta levantar la rueda trasera sin perder equilibrio, como si estuviera dispuesto a escarbar en el suelo si hiciera falta. Todo por intentar lograr la pole y confirmar que es un 'marciano'.
Fue noveno, pero se ganó a sí mismo. La caída ya estaba olvidada: "No significa que cada golpe en la cabeza vaya a pasar algo", comentó el de Cervera, añadiendo que "ha sido una caída lenta, un poco aparatosa, pero en primera y he golpeado con los dos brazos y la cabeza". Dando más detalles, explicó: "Hoy me he golpeado, pero ha sido una caída más normal, no fue lo de Indonesia. Me he dado en el casco, que para eso está y llevo uno bueno, para que proteja bien. En Indonesia me levanté medio mareado y aquí he levantado la moto y he llegado al box, me ha sorprendido que ha venido directo el doctor Charte y me ha hecho tres preguntas súper rápidas. He visto por dónde iban los tiros y me he dicho: "me están chequeando si me va bien o no". Esto es bueno para el Mundial, tener estas medidas mucho más consolidadas. En Indonesia no me acordaba. Me decían: "¿dónde estás? ¿dónde es la primera curva? ¿dónde te has caído? ¿qué marcha llevabas cuando te has caído?". No podía responder", relató Marc.
Acumulando 212 caídas en los 14 años que lleva disputando grandes premios, el magistral piloto español es muy consciente de que cada traspiés pasa factura, pero su deporte y su mentalidad de ganador sigue manteniendo los mismos niveles de auto exigencia. "Ninguna caída es necesaria. Cuando decido ir a Austin, una de las primeras preguntas que le hago al doctor es: ¿Qué pasa si me vuelvo a caer y me vuelvo a dar en la cabeza?. El doctor dice: 'Hay el riesgo este, pero hay el mismo riesgo si te golpeas en Austin que si te golpeas dentro de un año. No cambia nada'. Eso te da tranquilidad".
Y de este modo, superado este nuevo susto, este domingo en Portimao continuará con su labor abnegada de reencuentro: "No puedes salir con un resultado en cabeza. Después del 'warm up' se puede intuir un poquito más dónde puedes acabar si el 'warm up' es en seco, pero si vas de golpe a una carrera en seco, es muy difícil entender dónde. No puedes salir con un objetivo claro porque creo que nadie lo tiene y nadie sabe dónde puede terminar. Lógicamente, aspirar a lo más, que no significa ganar sino hacer una buena salida, intentar remontar posiciones y posicionarse en las primeras posiciones. Eso significa los cinco primeros. A partir de ahí, ver dónde puedes llegar. Mañana es improvisación. Sales con la moto con la que acabaste la última carrera, creo que todo el mundo saldrá así. Tenemos una moto nueva y tampoco tenemos referencias aquí para decir: 'Vamos con esta puesta a punto o la otra'. La mejor sensación que tuve fue en Austin, pues aquí veremos si tenemos suerte y la moto también funciona bien con esa puesta a punto".
Este es Marc Márquez y las fotos de Chiqui Chamorro dan fe de ello…
"Para ubicar en el contexto y aclarar cómo hice la secuencia de ocho imágenes de Marc Márquez al final de la recta de meta de Portimao, debo decir que ese sábado la Q1 de MotoGP fue entera con la pista húmeda, ya en la Q2 durante los primeros minutos los pilotos no llegaban a ese punto a tope, pero en las dos ultimas vueltas de esa sesión todos venían al máximo. La vuelta anterior a esa secuencia del invertido que capté, Marc ya hizo uno pequeña, pero nada comparable al de su última vuelta a tope durante largo tiempo con la rueda trasera levantada como se aprecia en las 8 imágenes que componen la secuencia. Después de hacer ese largo invertido, Márquez ya no venía tirando por la caída que había tenido su compañero Pol Espargaró. Es decir, fue un momento único, que es lo que captan las 8 imágenes como si fuese una película. Fue un equilibrista, mágico al flirtear con las leyes de la física, quitaba el hipo".
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