Este miércoles se ha iniciado el proceso para la retirado del andamiaje de la calle San Bartolomé, en El Puerto de Santa María, a la altura del número 26, "restableciéndose la normalidad en esta vía del centro, donde los vecinos han tenido que soportar durante años que dicha estructura ocupara completamente el acerado y parte de la calzada; impidiendo el tránsito de peatones por la acera".

La retirada se realiza en base a la orden de ejecución dictada por el Ayuntamiento de El Puerto de Santa María a la propiedad de la finca, teniendo en cuenta que las medidas de urgencia finalizaron el 27 de enero de 2016, hace 8 años, "y no se han ejecutado por parte de la propiedad medidas definitivas sobre la finca, ni han solicitado la correspondiente licencia de edificación".

El andamiaje que servía de arriostramiento de fachada estaba anclado a una base de hormigón armado que ocupaba completamente el acerado y parte de la calzada, lo que impedía el tránsito de peatones por la acera. Carecía además de señalización o algún tipo de medida para facilitar el tránsito de peatones hacia el otro lado, "situación que ha provocado problemas tanto a las personas con necesidades especiales como al resto de usuarios".

Según ha explicado la concejala de Gestión Urbanística, Leonor Caballero, su retirada "evitará problemas de salubridad", denunciados por los vecinos, que han padecido el foco de suciedad y residuos en torno al andamiaje y el estado general de abandono en que se encontraba la fachada.

Una imagen de la estructura y su ubicación sobre la acera de la calle, en la que impedía el tránsito peatonal.

Desde Disciplina Urbanística, "con el fin de cumplir con el ornato público y la accesibilidad universal", se ha instado a la propiedad a que procediera al traslado del arriostramiento existente en fachada al interior de la finca "y a la reparación, restauración y pintado de la fachada".

La finca cuenta con nivel de protección 4 por lo que la propiedad está obligada además a la protección de la composición de huecos de fachada, siendo obligatorio la reposición del estado original de los huecos, por lo que todas las actuaciones sobre la fachada una vez trasladado el arriostramiento al interior "deberán contar con el visto bueno de Cultura".

El primer edil, Germán Beardo, y la concejala Leonor Caballero señalan que “el Ayuntamiento, desde el área de Gestión Urbanística y Patrimonio, continuará actuando con diligencia y con todas las herramientas disponibles para requerir a los propietarios que asuman sus responsabilidades, para poner solución al abandono de años en el centro y para proteger el patrimonio local”.