La Audiencia Nacional ha condenado a seis años de prisión a tres acusados de usar tarjetas de crédito falsas en comercios de Chiclana. La sentencia considera probado que los procesados hicieron compras por valor de 5.063,15 euros de forma fraudulenta en seis establecimientos: en una perfumería, en dos joyerías, en un estanco, en Eroski y en otra tienda. El tribunal los condena a dos años de cárcel por un delito continuado de estafa y a cuatro años por un delito de falsificación de tarjetas de crédito.

La sentencia no es firme. Cabe recurso ante el Tribunal Supremo. Además de las penas de prisión, la resolución condena a los procesados a indemnizar a los establecimientos víctimas del uso de las tarjetas de crédito falsas.

Los hechos sucedieron en febrero de 2010. La sentencia relata en su apartado de hechos probados que los tres acusados (domiciliados en Madrid, Sevilla y Puerto Real) acordaron hacer compras en Chiclana con tarjetas de crédito a las que habían alterado los datos de las bandas magnéticas. Lograban así que coincidiesen la identidad reflejada en la tarjeta y la de documentación ficticia que también utilizaban.

El 25 de febrero, señala la resolución, dos de los procesados entraron en la perfumería Azahar y adquirieron un lote de perfumes que costó 528,25 euros. El tercer acusado esperaba afuera, en actitud vigilante. Posteriormente, los tres acusados acudieron a Eroski y allí compraron dos ordenadores portátiles (529 y 545,90, euros) con una de las tarjetas falsas que usaban.

La siguiente operación se produjo en Joyería Cristóbal, indica la sentencia, donde compraron diversos artículos por importe de 850 euros con una tarjeta y otros objetos por valor de 180 y 770 euros con otra.

Más tarde, agrega la resolución, se dirigieron a otra joyería, Cie Joyeros, y allí adquirieron productos por valor de 528 euros. A continuación visitaron el establecimiento denominado El Trovador, donde compraron varios cartones de tabaco. Y más adelante, los procesados hicieron varias compras de tabaco en el estanco de la plaza de Andalucía, donde pagaron con las tarjetas 330,50, 335 y 360 euros.

Uno de los acusados negó en el juicio que participase en los hechos. La sentencia explica que el testimonio de los agentes que detuvieron a los tres procesados puso de relieve todo lo contrario: que los tres iban juntos. Un vigilante de Eroski también declaró que los tres acusados entraron juntos a comprar dos ordenadores y eso es lo que se ve en la grabación de las cámaras de seguridad, anota el tribunal.

Ese procesado dijo que no conocía a los otros dos. Explicó que coincidió con ellos casualmente en Chiclana y que fueron juntos de compras "sólo por la afinidad de su color de piel", señala el tribunal. "Realmente su coartada es poco creíble", dice la sentencia.