PSOE, 8; PP, 1. Este es el resultado de las nueve elecciones andaluzas celebradas hasta la fecha en la provincia de Cádiz. En estos nueve precedentes, por tanto, solamente se registró una victoria del Partido Popular, precisamente en los últimos comicios autonómicos, celebrados en marzo de 2012. Sin embargo, aquel triunfo de la candidatura liderada por Antonio Sanz, a todas luces histórico, dejó un sabor excesivamente amargo para esta formación política, ya que el escrutinio final del conjunto de las ocho provincias andaluzas no permitió a Javier Arenas alcanzar la mayoría absoluta, abriendo las puertas a un pacto PSOE-IU que ayer fue sepultado por Susana Díaz.

Así las cosas, tanto el PP como el PSOE han quedado citados para dirimir dentro de 54 días cuál de las dos formaciones políticas mantiene la hegemonía en la provincia de Cádiz. Los populares aspiran no sólo a la victoria sino a mantener si es posible los siete escaños por la provincia obtenidos hace tres años; los socialistas, por su parte, tienen entre ceja y ceja recuperar el cetro perdido en una noche electoral que, por mor del recuento final, sigue dejando una sonrisa pícara en los militantes de este partido cuando la recuerdan. Mantener los seis escaños de 2012 será el otro reto de la candidatura que encabezará por vez primera Manuel Jiménez Barrios.

Hay una evidencia: tanto PP como PSOE dan por hecho que es casi imposible que puedan mantener los escaños que les dieron las urnas en 2012. De ahí que el reto sea conservar lo obtenido. La clave de este pesimismo está en la irrupción de la opción política de Podemos, que aspira a acabar con el bipartidismo imperante en España y en Andalucía desde hace ya 20 años. ¿Hasta dónde llegará Podemos? ¿Tiene opciones de ser la segunda fuerza política, o incluso la primera, en la provincia? Ahí radica la gran duda. De momento tanto socialistas como populares coinciden en decir que no, que en todo caso el partido de Pablo Iglesias y Teresa Rodríguez llegaría a ser la tercera fuerza. Pese a ello, ellos mismos le dan a priori una horquilla nada desdeñable de escaños por Cádiz que bailaría entre los dos y los cuatro representantes.

Frente a la fuerza -aún por calibrar- de Podemos, IU se postula como el único referente de la izquierda. Por eso llegará a estos comicios con el bagaje de sus tres años en el Gobierno andaluz y con la ilusión de mantener los dos escaños que tanto le costó ganar en 2012.