Los representantes de las distintas corralas que se han formado en Sanlúcar por las familias que han ocupado las viviendas se reunieron ayer tarde para intentar conocer y compartir información sobre la noticia que sabían por los medios de comunicación de que veinte viviendas se podrían poner a disposición de familias necesitadas a través de alquileres sociales. "¿Solamente?", expresó una de ellas cuando se enteró a través de este medio. "Es que eso es lo que pedimos del primer día, no queremos estar por la cara", dijo otra.

De momento, según apuntaron, estarán a la espera de como avanzan las negociaciones de Ayuntamiento, Junta de Andalucía y entidades financieras, con la esperanza de que puedan ofrecerse más pisos, "porque no somos veinte, somos 86 familias", comentaron. "Ahora hay que estar unidos y que la lucha siga, pero no queremos provocar ni hacer manifestaciones ni nada. Somos gente honrada pero necesitada y vamos a ver qué ocurre con lo que están negociando", afirmó Laura, de la corrala de Bonanza, donde hay once familias.

Tanto Laura, como Lola, de la del Jaramillo, como Agueda, de La Higuereta, hicieron hincapié ayer en que si se han decidido a ocupar una casa, con sus hijos, es que no han visto otra solución. Ven con buenos ojos esta negociaciones y están expectantes, "a ver lo que hacen con nosotros".

Las reuniones entre los representantes de estas corralas por la dignidad, como la han denominado, se están reuniendo de forma periódica para contarse cómo van en sus repectivos bloques y apoyarse en esta situación. "En Bonanza somos la mayoría mujeres solas con hijos y hemos formado una familia", aseguraba Laura, que además trabaja en un proyecto para lograr poner en marcha un comedor social en la zona.

Las familias, a las que han visitado trabajadores sociales del Ayuntamiento, continúan sin suministros básicos como son la luz y el agua, algo que piden con urgencia, sobre todo por la existencia de niños en muchas de esas viviendas.