OPINION

Carmen Enríquez/ periodista

Renfe agota la paciencia de los viajeros gaditanos

CON ya más de dos años de permanente insatisfacción y queja por el pésimo servicio que la antaño modélica compañía ferroviaria RENFE dispensa a los ciudadanos gaditanos que la usamos con frecuencia para viajar a Madrid en el tren Alvia. Con anterioridad a la pandemia de la Covid 19, las numerosas personas que necesitábamos trasladarnos a la capital española por razones profesionales o personales podíamos elegir hacerlo en uno de los cinco trayectos que RENFE mantuvo durante décadas.

Los días 3 y 4 de este mes de julio, me tuve que desplazar a Madrid por razones profesionales: tenía que asistir a las deliberaciones del Jurado que iba a elegir al merecedor del Premio Nacional que el Ministerio de Cultura entrega cada año al mejor periodista en el campo de la información cultural. El lunes, el tren salió del Puerto de Santa María, ciudad en la que vivo en la actualidad, a la 1,57 de la tarde y llegó a Madrid a las 18,45 h. Es decir, tres cuartos de hora más tarde, tras varias paradas largas a lo largo del trayecto. Bueno, era una contrariedad, a veces pasan estas cosas 

Pero aún faltaba lo peor. Para regresar al día siguiente estaba previsto que lo hiciera a las 4,10 de la tarde desde la estación de Atocha. Los viajeros que íbamos a compartir tren, agolpados ante la salida al andén número 13, vimos con preocupación que a la hora prevista no había tren ni explicaciones de su ausencia. Y lo peor es que la inmensa mayoría teníamos que estar de pie y sin alejarnos del lugar para estar atentos a cualquier noticia.

Una hora más tarde, a las 5, un funcionario de RENFE se dirigió a nosotros al grito de “los de Cádiz” para decir que había habido una incidencia pero que en 10 minutos embarcaríamos en otro Alvia rumbo a Cádiz. Pasaron no 10 minutos sino 50 hasta que de nuevo el funcionario de Renfe volviera a solicitar nuestra atención con otro llamamiento a “los de Cádiz” para informarnos que esta vez sí había un tren para transportarnos a nuestras casas pero que se trataba de un AVE que nos iba a llevar a Sevilla. Y después? preguntamos algunos. Pues a transbordar a otro convoy que nos iría dejando en nuestros respectivos destinos de la provincia gaditana. El resultado: llegada, en mi caso al Puerto de Santa María a las 10,45 de la noche: dos horas y cuarenta y cinco minutos de la noche.

Para terminar, un pequeño recopilatorio de recortes impuestos por RENFE desde hace más de un año y medio.

-Se han reducido los cinco trayectos diarios Madrid Cádiz de 5 (en verano 6) a tan sólo 3-Los billetes se han encarecido más de un 30%-El descuento para los viajeros con tarjeta dorada ha pasado del 40 al 25% de lunes a jueves.-Hay que pagar 8 euros más por billete para poder cambiar o devolver el mismo.-Los viajeros con tarjeta plata sólo pueden usar las salas VIP 4 días…al año¡-Las escaleras mecánicas en las estaciones casi siempre están estropeadas-Las rampas mecánicas de subida a la parada de taxis en Madrid están paradas y no funcionan.-Lo aseos de las estaciones están fuera de uso o en condiciones repugnantes.

RENFE ha sido una compañía modélica durante décadas, he tenido ocasión de comprobarlo porque yo soy vocacionalmente partidaria de viajar en tren. Y lamento que la compañía ferroviaria española haya dejado de lado su compromiso de servicio a los usuarios que debe estar presente en toda empresa pública.

¿Hasta cuándo, señores de RENFE, van a seguir maltratando a sus clientes y van a agotar nuestra paciencia?

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