Siempre que arranca un nuevo curso político las miradas se dirigen también al desarrollo de las grandes infraestructuras. Y en esta provincia lamentablemente nos estamos acostumbrando a que esos panoramas sean del todo punto desalentadores. Y es que desde hace más de una década la provincia, y más especialmente la comarca de la Bahía de Cádiz, aguarda el impulso definitivo de obras esenciales como el segundo puente o la duplicación de la vía del ferrocarril que permita conectar la capital gaditana con Sevilla a través de la Alta Velocidad.

Sin embargo, esos impulsos tan demandados por la sociedad y, dependiendo del turno, también por el partido que no está en el Gobierno central, no terminan de llegar. La situación es tan deprimente que posiblemente habrá que esperar un mínimo de dos años más para que el segundo puente pueda entrar en servicio, un plazo éste que habría que ampliar aún más -quizás hasta 2015- para que esté culminado el desdoble de la vía férrea, que tiene pendiente aún de culminar el soterramiento de Puerto Real.

Pero las malas noticias no se quedan ahí porque el proceso de debate y aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2013 que arrancarán en el plazo de un mes no invitan al menor de los optimismo en lo concerniente a las obras que espera Cádiz y que dependen de Fomento. La recesión y el objetivo del déficit impuesto desde Europa a España tampoco conllevarán, salvo sorpresas, el relanzamiento de otras obras interminables e inempezables como el nuevo nudo de Tres Caminos o las futuras autovías Vejer-Algeciras (A-48) y Jerez-Dos Hermanas (A-4). Y las malas noticias pueden aún agravarse, porque el peaje de la autopista Cádiz-Sevilla (AP-4) expira a finales de 2019 y a nadie extrañaría que el Gobierno del PP decretara una prórroga como ya hiciera en la época de Aznar.

En cuanto a la Junta, este curso político debería ser el de la entrada en funcionamiento del tranvía de la Bahía. De momento, las unidades tranviarias siguen a prueba en el País Vasco y el compromiso es que ese proceso de homologación se traslade a San Fernando a finales de año. Si los plazos se cumplen, el tranvía entraría en funcionamiento en primavera, aunque sólo conectaría Cádiz con La Isla y ésta con las afueras de Chiclana, ya que las obras del tramo urbano de esta última ciudad siguen en estado embrionario.

Y si el tranvía está en el haber de la Junta, en el debe hay que incluir la importante demora que sigue sufriendo las futuras autovías A-491 (El Puerto-Rota), cuyas obras están paradas, y A-384 (Arcos-Antequera), que ni siquiera se ha iniciado.