Báez, una pintura para no olvidar
El consagrado pintor jerezano expone en la Fundación 'Teresa Rivero' una muestra de sus obras más recientes · Las cuadros son fruto de la diversión y una obsesión "por ser siempre recordado"
Las paredes de un precioso ático en plena plaza Rivero se dejan conquistar por las obras de Rodrigo Báez Atienza. Es la última planta de la Fundación 'Teresa Rivero', "que amablemente y de manera muy formal" ha cedido este espacio para mostrar la obra del consagrado pintor jerezano.
"Aquí hay un poco de todo. No es una obra monotemática. Dentro de la temática realista hay diversidad en la técnica aplicable a los cuadros. Hay fondos más alegres, más modernos y otros más serios", cuenta Rodrigo, que asegura que la muestra "tenía que ser así. Mi forma de trabajar no es lineal porque me aburre. Me gusta divertirme y para ello diversifico los temas".
Bodegones, mares, paisajes, caballos, retratos... Ideas que surgen de cualquier parte, de cualquier sitio. "Me fijo en todo lo que me rodea. Observo constantemente mi entorno y a la vez me siento pintor. No hay otra ciencia. Y trabajar, claro, delante del caballete todos los días, y todas las horas que se pueda".
Casi toda la vida pintando, más de cuarenta años, desde que tiene uso de razón, Rodrigo no quiere quedarse escondido, "no me gustaría que me olvidaran, por eso vuelvo, para ser recordado". "Me encanta -añade- exponer en mi tierra y enseñar a mis conciudadanos lo que hago, cómo me muevo y cuál es mi trabajo, sin lugar a dudas. Y hasta ahora creo que gusta lo que hago. Puedo decir que vivo de la pintura, me entrego absolutamente a ella. Hay que trabajar mucho y no tomársela como un hobby. Yo decidí tomármela como una profesión y medio de vida, mío y de mi familia".
Y para no aburrirse, Rodrigo ya tiene a la vista un nuevo proyecto, "más personal", asentado en la idea abstracta de la pintura, "una línea que yo también practico y con la que he expuesto muchas veces. Esto es más interior, más espiritual. Y quiero exponerlo en Jerez pronto".
De la faceta más realista al abstracto más puro, "fluye así porque llega desde muy dentro, pero sí es cierto que cansa más. Hay que pensar mucho. Pero la pintura es pintura y toda ella es importante. Hay que procurar hacerla lo mejor posible sin engañar a nadie. Al final no establezco líneas".
El artista ha realizado numerosas exposiciones individuales como para el Pabellón de Sevilla en Expo'92, en el Hotel Trip María Pitá (La Coruña, 1994), en la Sala Sagitario (El Puerto, 1995) y en el Casino Bahía de Cádiz (1998), entre otras muchas. En las exposiciones colectivas destacan, entre otras, la de los Claustros de Santo Domingo (1982), en el Instituto de Maestría Industrial (Jerez, 1983 y 1984), en la Colectiva Galería Gaudí (Madrid, 1995) y en Equisur (Jerez, 1995 y 1996).
La exposición de Rodrigo Báez, que ayer fue inaugurada, se podrá visitar hasta el próximo 6 de febrero, de lunes a viernes de 10 a 14 horas y de 18 a 20 horas. Los sábados, sólo tardes.
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