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Cultura

Una sala madrileña subasta 'Marta y María' de Julio Romero de Torres

  • La obra del pintor será ofrecida al mejor postor el 15 de octubre por 200.000 euros

El óleo Marta y María de Julio Romero de Torres será subastado el próximo jueves en la sala madrileña Abalarte, con un precio de salida estimado en 200.000 euros. San Antonio Abad (1640) de Francisco de Zurbarán también será ofrecido al mejor postor, por 650.000 euros. La subasta incluye asimismo el manuscrito inédito Fueros y leies antiguas de España del siglo XIV.

Marta y María (1917) ha sido estudiado y catalogado por Mercedes Valverde, directora de los Museos Municipales de Córdoba. El artista llevó al lienzo el pasaje evangélico de Marta y María bajo su personalísima visión. El descanso de Jesús y sus discípulos en casa de las hermanas de Lázaro, Marta y María, en el camino de Jericó a Betania, lo interpreta en una hermosa representación en la que retrata a dos de sus modelos preferidas.

El papel de la diligente Marta lo representa Amalia Fernández Heredia, "Amalia la gitana" como se llamaba popularmente a esta bailaora de los tablaos de la época en Córdoba.

Para María tomó la dulce imagen de Rafaela Ruiz Lubian, a la que dos años antes había retratado en el lienzo Carmen, que formó parte del conjunto de obras presentadas a la Exposición Nacional de 1915. Como fondo de la composición, un paisaje con un arroyo y una humilde casa con un ciprés y dos naranjos.

De otro lado, El San Antonio Abad de Zurbarán (1598-1664) ha sido calificado por Odile Delenda, especialista francesa responsable del catálogo razonado del artista, como una obra de una calidad indiscutible, que sin duda fue alguna cabeza de serie dentro de la producción del maestro extremeño. Sirvió de modelo en el obrador de Zurbarán para pintar al santo en las series de Santos Fundadores, como por ejemplo el del Convento de la Buena Muerte de Lima.

Para representar al fundador de la Orden de los Hospitalarios de San Antonio, Zurbarán utilizó un modelo creado para la iglesia del Convento de San José de los Mercedarios Descalzos de Sevilla.

En la pintura reproduce la actitud curvada del anciano y barbudo anacoreta, vestido con el mismo hábito monacal de los Antoninos, pero llevando aquí un capucho puesto en la cabeza.

El cuadro, que se expuso en el año 1905 en la primera exposición monográfica consagrada a Zurbarán, destaca por la sobriedad de su forma y su poderoso naturalismo.

El rostro y las manos, diseñados con la fuerza característica del maestro de finales de la década de los 30, son de una gran calidad, apunta la sala.

La obra, que procede de la antigua colección del Marques de Casa Torres, ha sido declarada bien de interés cultural.

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