'El griego de Toledo' acerca ya al público la rebeldía y modernidad de El Greco

Toledo comenzó ayer a saldar su deuda de siglos con El Greco, después de que la Reina inaugurara en el Museo de Santa Cruz la mayor exposición organizada nunca sobre el Greco. Doña Sofía se detuvo en particular en los iconos griegos de Dómenicos Theotokopoulos y, al marcharse, afirmó que le ha gustado "mucho" la muestra e invitó a visitarla.

El griego de Toledo es la gran exposición del año en que se conmemora el cuarto centenario de la muerte del Greco y está abierta en el Museo de Santa Cruz y en otros cinco edificios que muestran la obra concebida para ellos: la sacristía de la Catedral, la iglesia y la sacristía del Hospital Tavera, la iglesia de Santo Tomé, el convento de Santo Domingo el Antiguo y la capilla de San José.

Entre las cinco obras llegadas de Grecia destaca La Dormición de la Virgen, un icono de la iglesia de la Koimésis de Syros muy popular y que, precisamente, no permanecerá en Toledo hasta que finalice la exposición el 14 de junio, ya que regresará a finales de abril para poder participar en la Pascua griega. De hecho, la Reina quiso sacarse una fotografía, a título privado, delante de la Dormición, acompañada por el metropolitano de la isla de Syros, Dorotheos II, y otros popes que viajaron a Toledo.

Doña Sofía, que conversó en griego con el obispo de Syros, recibió como regalo de sus paisanos una réplica de esta Dormición, además de otro presente del arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez. También mostró interés la Reina en el cuadro Santiago el Mayor, de peregrino, que forma parte de la colección permanente del Museo de Santa Cruz.

A la inauguración de la exposición también asistieron el ministro de Cultura, José Ignacio Wert; la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, y los presidentes de la Fundación El Greco 2014, Gregorio Marañón, y del Patronato del Museo del Prado, José Pedro Pérez-Llorca.

La exposición El griego de Toledo. Pintor de lo visible y lo invisible reúne en el Museo de Santa Cruz hasta el próximo 14 de junio 77 de sus obras, la última de las cuales (San Pedro y San Pablo) llegará en unos días desde el museo Hermitage de San Petersburgo.

Las piezas mostradas proceden de prestamistas privados y grandes museos internacionales y llegaron de 31 ciudades de 11 países, tras una intensa labor de recopilación realizada por la Fundación El Greco, creada en 2010 para organizar el cuarto centenario del artista. Sin embargo, algunas obras no se consiguieron para la muestra de Toledo, como un retrato de El Greco a su hermano que se encuentra en el museo de Pasadena, en California, o La Asunción de Santo Domingo, en el museo de Chicago. Otros se exponen en Toledo después de grandes negociaciones y esfuerzos, en particular el pequeño Tríptico de Módena que figuraba en la lista de "no exportables" que tiene Italia o la citada La Dormición de la Virgen.

Junto con las obras mostradas en el Museo de El Greco y el resto de espacios que albergan pinturas del maestro en Toledo durante estos meses se podrán ver en la ciudad en la que pasó 37 años 125 obras del artista. Pese a no existir un inventario oficial, se calculan en torno a 250 y 300 pinturas las que hizo el genio, según los datos más fiables, aunque los más optimistas hablan de hasta 800, según contó Fernando Marías.

La cita es una ocasión única ya que, por ejemplo, la capilla de San José, que alberga San José con el Niño y la Coronación de la Virgen, es de propietarios privados y normalmente está cerrada al público. Hasta el 14 de junio permitirá un número limitado de visitantes, debido a su reducido espacio y sus condiciones estrictas de conservación.

La muestra está articulada en cuatro secciones dedicadas al retrato del artista, a las obras de la primera época, sus retablos y sus recreaciones del más allá como "pintor de lo invisible".