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Wilko Johnson, un auténtico mito de la electricidad

El guitarrista inglés, que fuera líder de Dr Feelgood, toca esta noche en Cádiz

Enrique Alcina / Cádiz

20 de noviembre 2009 - 05:00

El hombre que convulsionó el rock británico, y devolvió a la escena musical el espíritu perdido de los 60 y el amor por las raíces del blues eléctrico, en época funesta discotequera, toca esta noche en La Bomba. John Wilkinson, a la sazón Wilko Johnson, recala en Cádiz cargado de mitos y leyendas, no en vano hay quienes lo consideran como uno de los guitarristas de rock & roll más excelsos de todos los tiempos, con permiso de Chuck Berry, el negro a quien los blancos robaron a mano armada la marca registrada de la música para el demonio. El impar inglés, procedente del condado de Essex, que compartiera liderazgo de Dr Feelgood con Lee Brilleaux, camina solo desde hace décadas, huyó del éxito fugaz y retornó a la caverna. He aquí su huella. Lllamen a los bomberos, Wilko en La Bomba. Eléctrica de Cádiz, atentos a la jugada. Wilko Johnson, zurdo que toca con la postura de un diestro, multiplica sus efectos como si pulsara varias guitarras a la par. Toca sin púa, sus riffs poderosos y electrizantes levantan a un cadáver. Nadie ha olvidado su catálogo de convulsiones, brincos, movimientos robóticos y pavoneo de piernas sobre las tablas, así como sus correrías a lo largo y ancho del ritmo y blues. Tras regresar de unos meses de meditación en la India, el joven Wilko engrosó las filas de Doctor Feelgood en 1971, donde pasó seis años inolvidables, pasando de actuar en el circuito de pubs británico a los escenarios internacionales, de rescatar los viejos blues americanos cada noche a telonear a los Ramones, de beber de las fuentes clásicas a reinventar un sonido que dio paso, entre pitos y flautas, al punk rock que revolucionó el patio del rock.

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