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Cultura

Los hijos de la 'duquesa roja' niegan que quieran "deshacer" el Archivo

  • Pilar González de Gregorio recuerda su "preocupación" sobre la legalidad de la Fundación cuando se constituyó Su hermano Gabriel dice que se creó tras una demanda de herencia

Las declaraciones de los hermanos Pilar y Gabriel González de Gregorio centraron ayer la segunda jornada del juicio por la herencia de Luisa Isabel Álvarez de Toledo, la fallecida duquesa de Medina Sidonia (2008), que se celebrará durante un mes en Sanlúcar. La viuda, Liliane Dahlmann, y el hijo mayor de la aristócrata, Leoncio Alonso González de Gregorio, que comparecieron el miércoles, también asistieron ayer a la vista oral en los juzgados de la ciudad.

 

En su declaración, la hija de la duquesa roja explicó que hasta mediados de los años 80 sus relaciones con ésta eran "correctas", a pesar de que "no era una persona convencional", pero entonces se enturbiaron por "una discusión". Según afirmó, intentó restablecerlas en numerosas ocasiones pero no lo consiguió, de modo que desde 1985 no volvió a hablar con ella. Por aquellas fechas, la duquesa ya mantenía su "relación personal" con Dalhmann, de la que Pilar González de Gregorio criticó que "carecía de formación para la catalogación" del Archivo Ducal, en tanto que su madre "aprendió de manera empírica".

 

Sobre la constitución de la Fundación Complutense Casa Medina Sidonia en 1990, contó que se enteró por "rumores" y posteriormente por "la prensa". A este respecto, declaró que el entonces rector de dicha universidad, Gustavo Villapalos, le expresó su "preocupación", entre otras cosas, por la "carencia de inventario", al que "obliga la Ley de Fundaciones"; y por la "futura legalidad" de la entidad ante la "posible afectación a mi legítima". De ahí que el aludido dejara la Fundación tiempo después y ella efectuara "una consulta legal", recibiendo como respuesta que "no podíamos hacer ninguna reclamación hasta que no se produjera la sucesión".  

 

La hija de la duquesa, que dijo no dudar del "interés público" del Archivo, "muy importante para la Historia de España", negó que haya "intereses espurios" de Christie's, la casa de subastas en la que trabaja desde hace casi cinco años. "Jamás infringiría la legalidad. No está detrás del Archivo, que es un Bien de Interés Cultural (BIC)", aseguró. 

 

Por otra parte, censuró que su madre "puso reparos" a la digitalización del Archivo, un trabajo que considera "fundamental para que no se pierda y cumpla su función social". A este respecto, lamentó que no esté asegurado, como admitió anteayer Dahlmann en su declaración. 

 

Preguntada por los periodistas antes de entrar en los juzgados, Pilar González de Gregorio quiso tranquilizar a la población sobre el futuro del Archivo aseverando que "no se va a partir, dividir ni deshacer". "Se han dado todas esas informaciones, pero eso no es así. Es un BIC indivisible y está localizado en Sanlúcar", manifestó. A la salida, indicó, como en el juicio, que "las administraciones deben ser conocedoras de que el índice está incompleto, que hay documentos importantes que no figuran en el mismo". Apuntó que los tres hermanos "reclamamos nuestros derechos" y "si en algún momento se considera que debe ser público" el patrimonio que actualmente atesora la Fundación bajo la presidencia de Dahlmann, "deberá haber un acuerdo con nosotros".

 

Por su parte, Gabriel González de Gregorio declaró ante el juez que su madre creó dicha entidad justo un año después de que, junro a su hermana, presentara una demanda contra ella por el testamento de su bisabuela Julia Herrera. Dijo haberse enterado de la constitución de la Fundación "en un bar de Sevilla" y defendió la necesidad de digitalizar el Archivo porque "ahora no sirve para nada". Además, culpó a las administraciones de "ser cómplices" de su madre y a la Fundación de "seguir promoviendo la inquina" hacia los tres hermanos. 

 

El juez le preguntó por qué presentaron demandas por separado y, sin embargo, de forma "tan coordinada", "el mismo día a la misma hora"; en lugar de registrar una común. El hijo menor de la aristócrata contestó que "no nos llevamos muy bien, porque nuestra madre nos enfrentó y no nos fiamos unos de otros".

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