Tras la noticia que este medio publicaba el pasado 6 de julio gran parte del mundo cofrade se quedó sólo en cuestionar la fuente que daba la noticia, en la persona que hizo llegar a un medio como este una información que sirvió para que quienes estaban trabajando en el sigilo lo vieran todo al descubierto.

Desde esta tribuna nunca me he querido inclinar sobre si la nueva carrera oficial es buena o mala. Tengo que ver algunos detalles que me faltan. No a todo lo que se está cociendo tengo acceso. Pero puedo presuponer que podría ser la que ofreciera más soluciones que problemas. Recorridos más directos y menos tiempo en la calle, con lo que esto significa para el nazareno y el cofrade en general. Además, el escenario central se traslada a la zona intramuros, con reviradas estrechas y lugares preferidos por los cofrades, con lo que el espectáculo podría estar servido.

Sin embargo, a pesar de conjugar una idea que se podía vender por sí misma, el gran error que cometió este consejo fue que se asustó cuando vio que su proyecto, sus horas de trabajo, estaba filtrado a un medio serio como este que no dudó en publicarlo. De aquel susto que sorprendió al consejo, quien fuera responsable de la comunicación cometió la metedura de pata de intentar apagar un fuego a través de una nota de prensa en la intentaba desacreditar a quien suscribe y al medio para el que trabaja. Por mucho que digan ahora que hemos tenido suerte, está prácticamente finiquitado. El caso es que sabíamos -y sabemos- que era la auténtica alternativa posible para, de una vez por todas, acabar con los problemas de una carrera oficial con cambios en las últimas décadas. Todo estaba contrastado y era una información seria, sólida y solvente.

De aquel intento de aplacar a la masa cofrade de un incendio informativo, no cayeron en la cuenta de que habían tomado como herramienta un lanzallamas. Y que llegaría el día en el que todo se sabría. ¿Y ahora qué? ¿Alguien desde el Consejo reconocerá el error y pedirá disculpas? ¿Se darán explicaciones sobre este asunto?

Pero la pregunta todavía tiene más vueltas. Porque ahora habría que preguntar qué va a hacer a partir de ahora este Consejo para convencer a los hermanos mayores de esta carrera oficial que da un giro importante. Habrá audiovisuales. Y se querrá que esta carrera oficial le entre por los ojos a los hermanos mayores. El escenario está servido. No entra en la hoja de ruta tirar ahora todo por la borda.

Cualquier elemento puede ocurrir. Los números cuadrarán y los palcos perdidos en Cristina y Aladro se recuperan en la zona del Banco y en las dos posibles filas de palcos en la calle Larga. Para colmo de parabienes, la situación estrecha calza con las nuevas líneas en seguridad. Posiblemente, hasta puede caber la posibilidad de que esta carrera oficial ni acabe en la Catedral. No queremos adelantar más detalles. Vaya a ser que otros vuelvan a las andadas y cojan el lanzallamas. De un verano caliente como el vivido podríamos llegar al clásico 'otoño caliente'. Y no es apetecible. Esperemos que el Consejo tome nota. Así que seamos sensatos y dejemos los elementos pirotécnicos.