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Tribuna Económica
Cuando se habla de empleo, solemos enfocarnos en la cantidad del mismo, analizando las cifras de paro, el número de contratos formalizados o el volumen de afiliaciones. Siendo esto de la máxima importancia, y aunque cualquier empleo ya es de por sí bueno, también conviene analizar la calidad del mismo, y mirar si las actividades que se están fortaleciendo son las que mayor valor añadido aportan. Esta semana, en Andalucía, hemos conocido buenas noticias tanto de lo uno como de lo otro.
Andalucía ha registrado 18.326 afiliados más a la Seguridad Social respecto a enero, siendo la segunda región española donde más se crea empleo, sólo por detrás de Cataluña, que se apuntó 23.637 afiliados más. De otro lado, también ha bajado el desempleo, tras salir en febrero 4.110 personas de las listas del paro, la mayor bajada en este mes desde hace más de dos décadas. El paro registrado en febrero baja en 11 comunidades autónomas, pero las mayores caídas en cifras absolutas se producen en la nuestra.
El buen comportamiento de la hostelería (7.282 afiliados más), sobre todo en Cádiz y Málaga, la construcción (5.929) y la educación (4.989) son las parcelas económicas donde más afiliados se apuntan. En cuanto a la reducción que ha experimentado el paro se explica fundamentalmente por el recorte de desempleados en el sector servicios, en el que el mercado andaluz continúa mostrando fortaleza pese a la inflación y a la ralentización del crecimiento económico europeo, en un contexto de incertidumbre geopolítica internacional.
Desglosando más, y atendiendo a los indicadores del sector servicio, publicados también esta semana por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, encontramos otro muy buen dato. La tasa interanual de empleo en este sector se situó en diciembre de 2023 en el 1,52%, y dentro de él, la parcela concreta de actividades profesionales, científicas y técnicas presenta una tasa interanual mayor, el 2,75%, tirando así del empleo al ganar más trabajadores que otras. Y no es un dato aislado, si miramos atrás, encontramos que estas actividades también se expandieron en 2022.
Este epígrafe engloba los servicios de consultoría y gestión empresarial (contabilidad, arquitectura o ingeniería), ensayos y pruebas técnicas, publicidad, la investigación científica o el diseño técnico. La importancia de que aumente el empleo en estas profesiones deriva de que sus salarios están por encima de la media y porque son actividades económicas de mayor valor añadido. Además, son servicios especializados que resultan esenciales para el funcionamiento de la economía y fundamentales para canalizar la innovación, tan necesaria para la adaptación de las empresas en un mundo en constante cambio.
En esta línea debemos seguir, más empleo y de más calidad, avanzando en el cambio de modelo productivo, que diversifique la actividad económica y modere la gran dependencia del turismo y de la hostelería. Las tendencias actuales, como la digitalización, la biotecnología y la salud, la sostenibilidad y el medio ambiente, la Inteligencia Artificial y Big Data, en un contexto interdisciplinar y flexible, hacen más necesario que nunca el desarrollo de estas profesiones de apoyo.
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