La ciudad y los días

carlos / colón

Cádiz, puerta de la libertad

MAÑANA las asociaciones Judería Cádiz y Tarbut Sefarad Cádiz conmemoran, con una ofrenda floral en el monumento que recuerda este hecho y un homenaje en el claustro de la Diputación, el 70 aniversario de la partida de los 560 judíos que en enero de 1944 zarparon del puerto de Cádiz en el vapor portugués Nyassa rumbo a Jaifa huyendo de la persecución nazi, muchos de ellos salvados en Budapest por el cónsul Sanz Briz. La relación entre el franquismo, aliado "no beligerante" de Hitler, y los judíos es un tema complejo y lleno de contradicciones que tiene en parte que ver con la rara amalgama ideológica del Régimen (el moderno falangismo fascista y pronazi, y el anticuado integrismo católico unidos bajo el férreo mando de un brutal militarismo); pero sobre todo tiene que ver con el carácter meridional y la cultura latina, tan extraños al racismo "científico" y ateo alemán como a su ciego sometimiento a la autoridad y su eficacia planificando industrialmente el exterminio.

El caso italiano, más extremo que el español por tratarse del país que creó el modelo fascista, es ilustrativo. Mussolini no tomó medidas antisemitas entre 1922 y 1938. La Enciclopedia del Holocausto Yad Vashem afirma: "El antisemitismo no formaba parte de la plataforma política del fascismo; no obstante, la comunidad judía italiana sintió preocupación ante el nuevo régimen. Mussolini se apresuró a tranquilizarlos, asegurándoles que los fascistas no eran antisemitas y que no tenían la intención de hacerles daño. Durante los diez años siguientes, Mussolini y los judíos mantuvieron relaciones correctas".

La presión alemana desde 1938 (Manifiesto de la raza) y la entrada de Italia en la guerra en 1940 intensificaron el antisemitismo. Aun así Mussolini no accedió a las peticiones nazis de la deportación de los judíos italianos y el ejército salvó unos 40.000 judíos extranjeros residentes en las tierras ocupadas por los italianos. Las deportaciones se produjeron cuando, tras la caída de Mussolini en septiembre de 1943, Alemania invadió Italia. Incluso entonces la resistencia de militares, civiles y clérigos dificultó la deportación y el 80% de los judíos italianos lograron sobrevivir.

La postura de Italia bajo un gobierno puramente fascista permite comprender ese imperativo categórico latino que marcó la contradictoria suma de miserias y grandezas, humanitarismo y oportunismo, que marcó la relación entre el franquismo y los judíos. Continuará.

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