Un día en la vida

Manuel Barea

mbarea@diariodesevilla.es

Contra la izquierda

Directo y elocuente, Gracia se acerca a la cama de la paciente, la izquierda, a la que reprocha su hipocondría

Al menos 151 personas deberían leer Contra la izquierda, de Jordi Gracia: los 84 diputados socialistas y los 67 de Unidos Podemos-En Común Podem-En Marea. Esos como mínimo. O mejor: 152. Porque no le vendría mal hacerlo al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que no tiene escaño en el Congreso, aunque estos días ha ocupado uno durante el debate de la moción de censura a Rajoy. Sí, sería bueno que lo leyeran. Incluso lo podían haber estado haciendo en las sesiones de estos dos días en vez de manipular frenéticamente el smartphone: si no quieren atender porque les aburre el orador de la tribuna, mucho más fructífera les resultaría la lectura de esas páginas que la epilepsia digital de los whatsapp.

Contra la izquierda tiene el subtítulo Para seguir siendo de izquierdas en el siglo XXI. Su autor, que ya ejerció como francotirador disparando certeramente contra la altivez, el narcisismo, la afectación y la queja solemnizada de los capellanes de la cultura en El intelectual melancólico, publica ahora otro panfleto -81 páginas, se puede llevar en un bolsillo de la chaqueta y pesa menos que el móvil- en el que propone una redefinición de la izquierda que empezaría, hoy, "por no parecer de izquierdas", toda vez que la "exhibición de izquierdismo se parece mucho a la nostalgia paleoizquierdista de un mundo que dejó de existir incluso antes de la caída del Muro de Berlín".

Directo y elocuente, Gracia se acerca a la cama de la paciente, la izquierda, a la que reprocha su hipocondría y la conmina a dejar de vivir entre mentiras toleradas y autoengaño consolador. Ha sonado la hora de que abandone ese estado de postración al que la ha empujado su inadaptación a los profundos cambios sociales, pero sin engullir la pócima de "una expectativa retrorrevolucionaria" que sólo hará crónica su debilidad y la llevará definitivamente a la tumba entre "espasmos antisistema". Gracia, que denuncia que "no es de izquierdas descalificar cuarenta años de democracia sin señalar las culpas de las generaciones posteriores (la mía entre ellas)" -y asumo el paréntesis porque pertenezco a la misma que él-, ha escrito eso que llamamos un libro necesario. No sólo para los 152 que dije al principio, para muchísimos más. Su cierre, como diagnóstico, es esclarecedor: "O la izquierda es pragmática, irónica, recelosa y pesimista o seguirá siendo el auxiliar de campo de la derecha real, estable, imperturbable y optimista".

Ojalá reviente las listas de ventas.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios