Más de la mitad de los españoles (56%) realizó menos ejercicio durante el confinamiento domiciliario derivado de la pandemia por la Covid–19, según un estudio llevado a cabo por la Sociedad Española de Obesidad (Seedo). Este descenso de la actividad física, unido a una peor alimentación, dio como resultado que el 44% de la población aumentara de peso en esos meses de marzo y abril de 2020.
“Lamentablemente, esa tendencia que nació en aquellos meses de encierro se ha mantenido hasta la actualidad: las restricciones al ocio y a la movilidad, la generalización del teletrabajo y el miedo a practicar deportes que puedan implicar contacto físico o a permanecer en espacios cerrados como el gimnasio nos lleva, por lo general, a movernos mucho menos en el día a día”, afirma Eduardo González Zorzano, experto del Departamento Científico de Cinfa. Para este experto, las consecuencias de la falta de actividad física van mucho más allá del aumento del peso: “Nuestro cuerpo debe moverse y mantenerse activo. Si no lo hace, además del sobrepeso o la obesidad, que son factores de riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes o las cardiopatías, pueden aparecer muchos trastornos de la salud, como problemas circulatorios, dolores musculoesqueléticos, una peor calidad del sueño o estreñimiento”, explica.
Así, desde Cinfa resumen una serie de recomendaciones:
- Cambiar la actitud y tener la voluntad de moverse más en el día a día. Ir andando a los sitios en vez de usar el automóvil o o utilizar las escaleras en lugar de el ascensor.Practica media hora de ejercicio físico al día.
- Además de tener una actitud activa, lo recomendable es pasar a la acción y practicar algo de deporte cada día, montar en bicicleta, correr, bailar o pasear, aprovechando todo lo posible el aire libre. Es importante calentar antes y estirar después, pues ambas precauciones son esenciales para reducir el riesgo de lesiones durante la práctica deportiva moderadamente intensa.
- Si estás confinado o en cuarentena, muévete en casa. Realiza a diario algo de actividad física, según tu edad, nivel de movilidad y situación personal. Por ejemplo, puedes caminar dentro de casa durante diez o quince minutos varias veces al día o subir y bajar tramos de escaleras.
- Aprovecha las nuevas tecnologías para lleva a cabo actividades como pilates, zumba o aeróbic siguiendo vídeos, tutoriales o aplicaciones del teléfono móvil o la tableta.
- Es importante cuidar la respiración cuando realices actividad física.
- Durante el teletrabajo, acuérdate de levantarte regularmente. Realiza pausas de cinco o diez minutos por cada cincuenta minutos de trabajo frente al ordenador. Con esto, ayudarás a cuidar la espalda, las piernas y la vista, y a reducir la fatiga mental.
- Que no te pare la edad. Esta no tiene porqué ser un impedimento, simplemente, has de adecuar la intensidad de la actividad a tu capacidad física. Consulta a tu médico qué tipo de ejercicios pueden ser los más convenientes para tu edad y recuerda que no debes llegar a sentir fatiga o sensación de falta de aire.
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