Culto al cartel

POSIBLEMENTE sea una percepción personal pero da la sensación de que en esta Cuaresma se están presentando más carteles semanasanteros que nunca. Hermandades, tertulias, asociaciones cofrades o no, grupos de juventud, de costaleros, bares, webs, se suman a esta ya vieja moda de editar un cartel o cartelito, depende de las calidades, con la sana intención de sumar o como un autobombo ya que su imagen, en el caso de los que sacan las cofradías, se ve de lejos que sea alguna vez cartel oficial: sacamos nuestro cartel y santas pascuas, con el patrocinio de la empresa, negocio o taller de tal o cual hermano. Hay que remontarse a 1981 cuando la extinta Caja de Ahorros de Cádiz, situada en la calle Santa María -de las Lágrimas, por cierto- tuvo el 'atrevimiento' de hacerle la competencia al cartel oficial pagando un cartel alternativo. Aquello lo promovió Manolo Muñoz Natera, provocando entonces un profundo y trascendental debate de a dónde se estaba llegando. Hacerle sombra al cartel oficial era poco menos que una herejía, anatema, sacrilegio. Sin embargo aquella conmoción se superó hasta llegar al hoy, una auténtica saturación cartelística que parece ser una especie de súmmum cofrade, al menos por las multitudes que reúne.