La Granja se rindió ante el Soberano

El Soberano Poder

Emotivos los diez kilómetros de gloria que separaron el barrio de la Catedral

La Granja se rindió ante el Soberano
Adrián Selma Sambruno

09 de abril 2009 - 01:00

Desde su llegada a La Granja, el barrio ya no es el mismo. Cientos de promesas deambulan sobre una parroquia que vive día a día su caminar hacia la grandeza de una hermandad que un barrio así se merece. Punto de encuentro de madres que, aguja y dedal en mano, han ido dando vida al anonimato que vestirá al medio centenar de nuevos hermanos que peregrinarán a la Santa Iglesia Catedral.

Atrás queda todo un año repleto de actos que van atrapando el corazón de todo el que participa, engrosando una nómina de hermanos que supera los cuatro centenares en su corto tiempo de vida bajo el mandato de Iván Cote, que compagina el cargo con sus estudios en el Seminario donde, sin duda, harán de él uno de los sacerdotes más carismáticos

Como si de una romería se tratase, la cofradía avanzaba atravesando avenidas y largas calles bajo un sol que era sofocado por el vehículo de apoyo que, cargado de bocadillos y refrescos, mimaban a los burdeos capirotes con gigantescas fiambreras que diambulaban por el cortejo ofreciendo a los hermanos que levantaban levemente el antifaz cambiando por un momento el roce del terciopelo por algo que llevarse a la boca.

El Cristo, lucía una nueva túnica de color morado realizada en los talleres de Ildefonso Jiménez, novedad en una cofradía que desde sus inicios siempre ha paseado a su Señor con blanca túnica.

El sol se reflejaba en el oro del frontal del canasto que estrenaba la corporación, caminando con paso firme entre edificios de comercios que paraban por unos momentos su rutina diaria, sorprendidos por las trompetas de la afinada Banda de 'La Sentencia'.

En busca la Catedral y con diez kilómetros por delante, la cofradía entraría en el palquillo con su marcha 'con tu andar Soberano' interpretada magníficamente por la agrupación de la Sentencia, luego atravesó la calle Tornería besando sus encaladas paredes repletas de un gentío deseosos de ver el caminar de esta hermandad, cuando en la arriá de la plaza El Clavo, un costalero haría tradicional el rezo a su Cristo con una saeta citando los barrios de Montealegree y La Granaja. Más tarde la cofradía dejaría patente su afinidad con el Nazareno a su llegada a San Juan de Letrán. Asimismo, el martillo tendría dueño a su llegada a los aledaños del estadio Chapín. El entrenador del Xerez, Esteban Vigo, llamaría a los hombres de 'Queen' entre la voz desgarradora de Luis de Pacote entonando una estremecedora saeta.

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