eL pERDÓN

Cinco décadas de un Cristo diferente

  • La hermandad evidenció un Domingo de Ramos de ilusión y esperanzas celebrando medio siglo de la hechura del crucificado

Día de ilusiones y esperanzas; de ausencias y de muchos rezos mirando al crucificado que hace cincuenta años talló Pinto Berraquero. El Domingo de Ramos, por la ermita de Guía fue muy especial; siempre lo es pero este año, la ausencia de su hermana mayor por estar recuperándose de una enfermedad bosquejó una salida con sensaciones encontradas entre los oficiales de la junta y de la propia hermandad al completo. La salida siguió el guión que la hermandad ha adoptado en los últimos años, volviendo a tener como testigos de privilegio a personas de movilidad reducida y de avanzada edad en una zona dentro del recinto del parque. Cuando asomó el misterio sonó el himno y seguidamente se interpretó la marcha de Bienvenido Puelles 'Réquiem', por la banda de cornetas y tambores La Merced de Huelva una formación que volverá a Jerez mañana con El Amor, en memoria de los todos los hermanos fallecidos; una composición dedicada por su compositor al capataz Juan Vizcaya que fue el que echó a andar la primera cuadrilla de hermanos del misterio de San Gonzalo de Sevilla.

Más tarde, con el palio maniobrando dentro de la capilla, se interpretó de la Ermita 'Amarguras', por la banda Virgen del Castillo de Lebrija, que viene a evocar la antigua advocación del Perpetuo Socorro. Ya afuera, en los jardines sonaron dos composiciones clásicas y de corte fúnebre, que es lo que mandaba en el repertorio; Quinta Angustia y Soledad Franciscana.

Sonó la marcha Réquiem ante el Cristo en honor y recuerdo por los hermanos fallecidos

La tarde seguía buena en lo meteorológico, ventosa pero con ausencia total de riesgo de precipitaciones excepto por lo molesto del viento de levante. Según los datos proporcionados por la hermandad, en total fueron 455 los hermanos que participaron en la salida procesional de ayer entre nazarenos, costaleros y monaguillos, esta última una figura muy característica en el cortejo de la cofradía. El misterio fue decorado con una amplia variedad floral: rosa roja, clavel rojo, anthurium rojo, photinia volcano, calas chocolate, limonium, jacintos morados, lenticos y eucaliptos verdes. Una composición muy entonada y que sin duda fue el mejor complemento para un paso que este año ha estrenado la imaginería que se reparte por el respiradero. Son seis apóstoles realizados por Lourdes Hernández, con orfebrería en plata realizada por José Manuel Bernet. Los apóstoles elegidos son san Pedro y Santiago, san Juan, san Andrés, san Felipe y san Bartolomé.

En el paso de palio fue precioso con Azucenas blancas mientras que en el frontal se colocaron bouvardias blancas. María Santísima del Perpetuo Socorro que estos meses atrás ha sido sometida a una restauración que ha implicado la realización de una manos nuevas; también lució una toca de sobre manto, realizada en malla y bordada por Calderón.

Cincuenta años ha cumplido la hechura de un crucificado diferente que con valentía y visión creativa creó Pinto Berraquero. Medio siglo de existencia que siguen para continuar redescubriendo una imagen que dejó ante todos el genio de un artista.

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