Cofradías

La hermandad de Loreto da a conocer su grave situación en San Pedro

  • La falta de entendimiento con el sacerdote José Hachero pone a la hermandad en disposición de tener que salir de la parroquia

Nuestra Señora de Loreto.

Nuestra Señora de Loreto. / Miguel Ángel González (Jerez)

La hermandad de Loreto vive desde hace ya años horas bajas. Desde la llegada del párroco, el sacerdote diocesano José Hachero Álvarez, la relación entre la corporación nazarena y la parroquia han ido deteriorándose hasta un punto de propiciar que la hermandad esté buscando un lugar para poder llevar a cabo su vida ordinaria de fraternidad y actividades.

Un desencuentro que, según palabras del hermano mayor, Eusebio Castañeda Sánchez, “ha llegado hasta el punto de que muchos hermanos no quieran ni venir por la parroquia”. San Pedro constituye una pequeña feligresía en pleno centro de la ciudad, un lugar con pocos vecinos y que desde la parroquia es necesaria la presencia de cuantos más mejor. Sin embargo, Hachero ha ido poniendo trabas con todo tipo de exigencias. “No nos encontramos a gusto y pensamos muchas veces que más que prestar un servicio a nuestra parroquia estorbamos”, afirma Castañeda.

La hermandad tiene sus dependencias dentro del edificio contiguo al templo desde sus orígenes. Las ‘molestias’ que al parecer causan los hermanos han llegado hasta el planteamiento de “tener que buscar un local para llevar a cabo nuestra vida apartados de la parroquia porque estamos ante una situación insostenible”, aclara el hermano mayor.

La delegación no soluciona

Desde la delegación diocesana, apenas se ofrecen soluciones a la hermandad. “Debo decir que gracias a la gestión de la delegación, el nuevo paso pudo entrar dos semanas en la iglesia para llevar a cabo unas medidas necesarias que teníamos que hacer con la imagen de la Virgen. Sin embargo, si la delegación hubiera puesto soluciones definitivas sobre la mesa hoy en día no estaríamos hablando de esta situación límite”, afirma Castañeda.

El asunto ha trascendido a los medios de comunicación y la hermandad, de forma corporativa, comenta que “al menos sentimos el aliento de los medios que estáis ahí ayudándonos”.

El problema es agudo si se tiene en cuenta que no se entiende la hermandad de Loreto sin San Pedro al igual que la parroquia sin estos cofrades que mantenían la actividad parroquial con una feligresía tan reducida. Desde la hermandad “solo queremos dar a conocer esta situación. Nos sentimos Iglesia y nos sentimos parroquia. Y jamás querríamos tirar piedras contra nuestro tejado. No denunciamos, solamente queremos poner en conocimiento de todos que la situación ya es insostenible”, comenta Eusebio Castañeda.

Tanto la salida definitiva de la hermandad de San Pedro como un nuevo destino del sacerdote Hachero es prácticamente imposible al encontrarse vacante la sede episcopal. Así que la solución tendrá que venir desde un puente entre las partes encontradas que ofrezcan una salida al conflicto.

Por último reseñar que con la llegada del cura a la parroquia, la asociación “Obispo Rafael Bellido Caro’ tuvo que salir de un salón que usaban alguna vez al año al no tener el permiso del sacerdote. Otra ‘pedrada’ en este caso a un colectivo que solo busca el bien de muchas familias con necesidades.

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