Se dio a conocer en los monólogos de Paramount Comedy, canal temático en el que abrió la senda del humor manchego de los suyos en La hora chanante. Los miércoles de La 2 son para la revisión chanante, Muchachada Nui. Joaquín Reyes se transforma cada noche.

-En la foto de abajo, usted se convierte en Sabrina Salerno. ¿Qué otras cosas puede ver alguien que sintonice Muchachada Nui y hasta ahora no le conozca?

-Verá cosas que no entenderá muy bien, que habrá piezas animadas fuera de lo corriente, pero que al final se va reír con algo.

-En esta tercera tempora hay cameos de famosos ¿se pelean por salir en su programa?

-Sí, ahora nos hacemos los exquisitos (risas). Hay cierto componente de moda porque la gente habla de ti y creas expectativas. Pero yo creo que el mérito no es nuestro, sino de la gente que nos deja trabajar en libertad y hacer el programa que queremos. Además, no sólo estamos nosotros, hay una generación de cómicos nuevos que empiezan ahora que son un soplo de aire fresco.

-¿Se imaginaban que aquella Hora chanante se convirtiera en el programa de repercusión que tienen ahora?

-No me imaginaba ni que pudiéramos trabajar en televisión, o sea, que las expectativas están más que cubiertas. Pero yo creo que hay que relativizar. Nosotros estamos contentos con nuestro público. Sinceramente, me quedo con la televisión

-El año pasado pidieron a sus fans de internet que también vieran el programa en La 2, ¿les hicieron caso?

-En realidad eso fue una broma. A nosotros nos parece bien que la gente vea nuestras piezas en internet, pero el mensaje era: "tenéis que verlo primero en la tele y luego en internet". Lo que pasa es que ahora, los de rtve.es, quieren que lo estrenemos antes en la Red y nos dicen que eso juega a nuestro favor. Pero yo soy manchego; primero quiero que lo comprueben con otro programa, y si funciona, lo hacemos con el nuestro.

-¿La clave de su éxito es que hacen lo que quieren?

-Sí. Yo creo que la reacción del público, sobre todo de la gente joven, es que nuestro programa la invita a hacer cosas. La gente percibe que somos un grupo de amigos que estamos haciendo lo que queremos y eso les sirve de inspiración. Pero todo se debe a que nos dejan trabajar con libertad. Trabajamos para La 2 y nos lo podemos permitir. Si fuera para La 1, en prime time, no. Los números mandan.

-Existe el humor catalán, con cierto sello reconocible, el andaluz ¿cómo es ese humor manchego que han instalado en el mapa?

-El humor manchego es un poquito gañán, absurdo, socarrón, blanco. A mí me fascina ir en pleno agosto a las 3 de la tarde por un pueblo y escuchar a un hombre que dice: "¿quieres una mantica?". Me parece graciosísimo.

-La Mancha es más que una caja de ahorros. ¿Le han hecho un homenaje en su tierra por la promoción que le hacen?

-Estoy esperando más (risas). Han empezado con timidez, estaría bien que nos pusieran una calle, una plaza, que nos entreguen las llaves... Creo que nos van a hacer hijos predilectos de la feria de Albacete, que es en septiembre.

-¿Le queda alguna celebrity por hacer en especial?

-Por lo general, no hago personajes que hayan muerto, pero me habría gustado hacer de Yasser Arafat. Una característica del programa es que parodiamos personajes que otros no suelen coger. Preferimos imitar a Lars von Triers, Bill Gates o Björk.