El lunes 13 de junio es la fecha para que Migue García pase por el quirófano y pueda ser sometido a una intervención para corregir la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, lesión que se produjo el pasado 20 de febrero en el partido de Liga disputado en el Pedro Garrido contra el Utrera.

El jugador del Xerez CD fue diagnosticado entonces con una distensión en el ligamento cruzado anterior, con un plazo de recuperación entre cuatro y ocho semanas, aunque pocos días después se confirmaba que tenía una rotura parcial. El futbolista decidió junto al club y a los galenos que le trataron seguir un tratamiento conservador para intentar estar disponible para el final de la temporada.

Migue García inició entonces un proceso de recuperación con el objetivo de llegar al play-off de ascenso, pero un par de semanas antes probó metiéndose en el entrenamiento con el resto del equipo y volvió a romperse. Desde entonces, el futbolista ha estado a la espera de tener fecha para someterse a la operación de rodilla. En principio, iba a ser intervenido el pasado 23 de mayo en el Hospital San Juan Grande por el doctor Oliva, pero la intervención se tuvo que posponer y será finalmente este lunes cuando el jugador pase por el quirófano.

A partir del lunes, Migue García, que tiene contrato en vigor con el club azulino, tendrá que llevar a cabo una recuperación que le va a tener alejado de los terrenos de juego por espacio de varios meses -lo normal en estos casos son seis- y en principio no estará disponible hasta el próximo mes de enero si los plazos van cumpliéndose.

El primer año de Migue García como jugador xerecista no ha sido como el club y el jugador esperaban. Procedente del Puente Genil, con el que cuajó excelentes partidos ante el Deportivo, Migue tuvo la mala fortuna de sufrir una rotura muscular en el partido de vuelta de la Copa RFAF ante su exequipo, el Puente Genil. Se perdió el inicio de Liga y luego le costó bastante coger la forma. Poco a poco, el centrocampista azulino fue yendo de menos a más y contra el Utrera, el día de la lesión, estaba cuajando su mejor partido como xerecista.