Esteban Vigo es inteligente y la lección de ayer en el Ciudad de Valencia ante el Levante seguro que no se le olvida. Su equipo continúa sin perder, empató a dos en un partido de locos, encadenó once jornadas consecutivas sin perder y apenas cede terreno respecto a sus perseguidores porque fallaron pero ya seguro que tiene claro que para ganar un encuentro debe alinear a los mejores futbolistas.

El Deportivo tiró literalmente a la basura cuarenta y cinco minutos y fue inferior a un Levante que le puso más ganas y que tuvo más confianza en sus posibilidades, ante un cuadro azulino que decepcionó por momentos.

La segunda parte fue otra historia y ya sin Carlos Calvo y Luque sobre el terreno de juego, el Xerez fue mejor que su rival, empató gracias a dos golazos de un impresionante Mario Bermejo y no se llevó el triunfo de puro milagro.

Esteban Vigo no suele sorprender demasiado con sus alineaciones porque su línea es continuista pero ayer ante el Levante al menos si obligó a más de uno a mirar el once hasta dos veces para dar crédito a lo que veía.

Durante toda la semana se había especulado con la posibilidad de que Abel Gómez fuese el elegido para ocupar la plaza de Viqueira o que incluso fuese Álex Bergantiños, como durante muchos encuentros en la primera vuelta. Nada de nada. Finalmente fue Jorge Luque, el que en menos quinielas entraba, el elegido. También volvió a optar por Carlos Calvo -Pedro Ríos debe estar pensando qué tiene que hacer para recuperar la titularidad- y por Mario Bermejo y Calle arriba.

Los azulinos salieron bastante dormidos ante un rival dispuesto a sentenciar por la vía rápida, que a los seis minutos, les dio el primer susto. Xisco Nadal estuvo más listo y más rápido que los centrales, Chema no midió bien la salida y menos mal que al delantero, en su intento de adelantarse el balón, se le marchó largo el control. Pero el guardameta azulino tuvo la oportunidad de resarcirse de su despiste porque un minuto después, se lució tras un buen disparo de Miguel Pérez.

El cuadro de Vigo se asomó por primera vez a las inmediaciones del meta Reina a los dieciséis minutos, cuando una internada de Francis, que se inventó un bonito pase atrás, lo interceptó el meta local evitando lo que hubiese sido una buena opción para Momo.

El encuentro, muy abierto, no daba tregua y la respuesta azulgrana la puso Pedro Vega, con un centro muy cerrado que Chema tuvo problemas para atajar por culpa del sol.

El control del balón, con el paso de los minutos, casi siempre era del Levante ante un cuadro xerecista echando de menos a Viqueira porque Luque no podía asumir el rol del gallego y Moreno tenía que multiplicarse para ayudar al cordobés.

La mejor opción de los de Esteban llegó a los 29 minutos, cuando el Xerez no atendió las reclamaciones de los jugadores locales por una falta sobre Iborra, y Momo montó una bonita contra que Reina tuvo que desviar a saque de esquina. El córner lo botó Luque y el remate de cabeza de Bermejo lo detuvo en dos tiempos y con apuros otra vez Reina.

Dentro de la locura, Rubén cruzó de cine un balón que primero Chema sacó de lujo y luego Aythami pero todo era cuestión de tiempo. El gol local llegó superada la media hora, al marcar Rubén un bonito gol de falta directa en el lateral del área que sorprendió a Chema por su palo.

Pero lo peor estaba por llegar, ante un Deportivo totalmente desconocido y fuera de sitio, a falta de un minuto para el final, el minuto psicológico que llaman muchos, Miguel Pérez hacia enloquecer el Ciudad de Valencia marcando el 2-0.

Lo mejor que le pudo pasar al Xerez fue que terminase la primera parte para que Esteban Vigo recapacitara y sus jugadores también, aunque de inicio no movió su banquillo.

La segunda parte arrancó con un Deportivo un poquito más entonado, ante un Levante impreciso, al que le comenzó a entrar miedo ante las acometidas de los azulinos, que pusieron tenso a Reina con un remate de cabeza de Calle y un centro-chut de Momo.

El entrenador azulino tardó una hora en mover banquillo y el cambio fue el que todo el mundo esperaba de inicio. Sacó del campo a un desaparecido Carlos Calvo para que entrase Pedro Ríos, que comenzó a mandar en l a banda derecha.

En el minuto 65, Mendoza tuvo en sus botas el 2-1 pero su potente disparo se estrelló en Tena, que se tiró con todo para evitar que el remate del jerezano tomase el camino de la portería de Reina.

Tampoco tardó en retirar a Jorge Luque del campo para apostar por Sarmiento, buscando la chispa que le faltaba a su equipo pero dejando mucho campo a un Moreno que se tuvo que emplear a fondo durante la hora anterior de partido.

Aún así, la dinámica del choque ya era otra y la reacción azulina llegó porque tras una jugada entre Francis y Pedro Ríos, Bermejo acortó distancias con un golazo desde la frontal del área. Quedaba tiempo para todo y mucho más teniendo en cuenta que el Levante en la segunda parte dio un peligroso paso atrás ante un rival que con un once mucho más equilibrado, comenzó a demostrar los motivos por los que es el líder indiscutible de la categoría.

Y tanto que lo demostró porque Mario Bermejo salvó los muebles a Esteban y puso las tablas en el marcador y en un partido que pintaba muy mal al final del primer tiempo.

Tras el 2-2, las acciones de peligro llegaron a una y otra portería, aunque fueron más claras para los azulinos. Sarmiento y Ríos pudieron sentenciar y también Parri con un tiro cruzado que se fue desviado por poco. Hubiese sido injusto el 32- por la reacción xerecista en la segunda parte.