Una gestión cuestionada
Monterrubio se marcha con un ascenso a Primera como mayor logro y la Ley Concursal y 26 millones de deuda en el debe
Tres años, ocho meses y cuatro días. No se trata de una condena sino del tiempo que ha permanecido Antonio Fernández Monterrubio al frente de la dirección general del Xerez Deportivo. Procedente del mundo del baloncesto, Monterrubio no ha dejado indiferente. Parapeto de Joaquín Morales en no pocas ocasiones, sobre todo cuando el nazareno dimitió tras aquél partido contra la UD Las Palmas en Chapín, el hombre fuerte de Morales en el club ha sido señalado como el principal culpable de la entrada en concurso de acreedores, aunque también ha tenido defensores, sin ir más lejos Jesús Rodríguez, uno de los administradores concursales. Responsable del ascenso a Primera División -para otros pura casualidad- y también del caos económico del club. De 14 millones de euros a 26 de deuda. El órdago de Gorosito (“o Monterrubio o yo”) fue el principio del fin. Éste es un repaso de lo que ha sucedido en el club durante estos casi cuatro años con el sevillano al frente de la dirección general.
2006
accidentada llegada
Antonio Fernández Monterrubio aterriza el 5 de octubre de 2006. Ya en su primer día comprueba que no llega a una institución cualquiera. Sin anestesia, Joaquín Morales lo presenta en la sala de prensa de Chapín... para luego encerrarse en el Ayuntamiento. ¿La causa? Forzar una reunión con Pilar Sánchez para tratar el retraso del pago de la subvención municipal, que ascendía a dos millones de euros. Fuera, un grupo de aficionados vitorea a Morales al grito de ‘Presidente, Presidente’. Lo que son las cosas. A partir de entonces, ya nada fue igual en la relación consistorio-club. Por entonces, regía en el Deportivo la famosa bicefalia: dos directores deportivos y con la incorporación de Joaquín López, también dos directores generales. Monterrubio, además, es nombrado vicepresidente del consejo de administración. Quince días después de su presentación, se filtra un informe de cuentas que desvela una deuda de 15,5 millones de euros. Primera china en el zapato. Monterrubio se muestra sorprendido por la filtración y asegura que el club “no está embargado”, al tiempo que afirma que su parcela y la de Joaquín López “no son incompatibles”. Sin embargo, en noviembre López presenta su dimisión como vicepresidente y consejero, pero no así como director general, un cargo remunerado. Por último, 2006 se cierra sin que Morales celebre junta de accionistas mientras que Luis Oliver sigue figurando como presidente en el Registro Mercantil.
2007
primeros intentos de venta
El Xerez inicia el año con una derrota y del equipo ganador de la primera parte liguera pasa a números de descenso. Pepe Murcia comienza a estar en entredicho. Morales defiende al técnico, culpa a los jugadores y presiona al Ayuntamiento, ya que “quedan unos 400.000 euros” por cobrar de la subvención. Pepe Murcia se queja de la bicefalia deportiva y Morales promete atajarla. En apariencia, son días tranquilos para Monterrubio. En diciembre, Pedro Pacheco, delegado de Urbanismo, se pregunta quién es Antonio Fernández Monterrubio. Dos meses más tarde le saluda con efusividad en la prueba de la nueva grada de Chapín para eludir las pistas de atletismo, idea que finalmente queda en saco roto. En febrero, la alcaldesa avisa de que el club tiene deudas con Seguridad Social y es imposible un adelanto de la subvención. Morales y el grupo de empresarios del que vino de la mano (Rafael Mateos, Pineda y José Luis López) retoman el contacto auspiciado por Pacheco. El 1 de marzo Morales ya aparece como presidente en el Registro Mercantil y el grupo de Jerez cuenta con él para que siga al frente del club. Siete empresarios se comprometen a entrar en el consejo, entre ellos Joaquín Bilbao, y la idea es ampliar el capital social del club en 18 millones. El Xerez se despide de sus opciones de ascenso y el interés de los empresarios ya no es el mismo. El club pretende celebrar la asamblea en abril. El caso ‘Del Bono’ (un informe revela que llegó al Xerez lesionado) salpica a Antonio Fernández Marchán, muy criticado por parte de la afición. Sigue la bicefalia. Morales anuncia la junta general para el 24 de mayo y afirma que “quien haya sacado lo de la quiebra del club es un malnacido”. El 16 de abril, Morales destituye a Pepe Murcia y también a Joaquín López y a Diego Rodríguez. Antonio Fernández Marchán -hoy día en la Federación Española- anuncia su dimisión y Miguel Ángel Rondán, hasta entonces entrenador del filial, se hace cargo de la dirección deportiva y del banquillo. Monterrubio se reúne con Rafael Mateos y Andrés Hernández para cerrar la entrada de 50 empresarios con una aportación de 221.000 euros cada uno. Si no se alcanza esa cifra, se cancela el proyecto. Por su parte, Morales solicita el adelanto de la subvención de 2 millones porque ve peligro de descenso administrativo y el delegado de Deportes, Antonio Fernández Ortega, dice, literalmente, que eso es una “chorrada” y le advierte de que se dedique “a gestionar el club, que lo cogió con 12 millones de deuda y ya va por 21”. Los partidos políticos utilizan al Xerez como un juguete según sus intereses. El PSOE estudia brindar algún empresario para que entre en el club y los empresarios auspiciados por Pacheco reculan y vinculan su entrada al resultado electoral. El 2 de mayo, la plantilla muestra su preocupación por la falta de cobro y Morales necesita 4 millones para liquidar la temporada. Pilar Sánchez promete abonar los dos millones de subvención antes del 30 de junio y pone en contacto a Morales y a Emilio Rincón, propietario de la empresa constructora Compás Gestión, que construye viviendas junto a la clínica Asisa. Comienzan unas negociaciones que finalmente se rompen cuando Rincón y Pepe Fouto, su socio, piden las cuentas del club. En plena guerra política, el empresario almeriense Juan Morales, líder del grupo de José Luis López, quiere sortear pisos en los partidos del Xerez. Pilar Sánchez barre a Pedro Pacheco en las elecciones y al día siguiente Joaquín Morales anuncia que además de Juan Morales y Rincón-Fouto hay un grupo argentino interesado en comprar el Xerez. El culebrón acaba con la retirada de Emilio Rincón y con el anuncio del presidente de que no hay venta. El Ayuntamiento paga la subvención y el club no tendrá problemas para liquidar a sus jugadores. La LFP anuncia que el Deportivo tiene una deuda de 16 millones de euros. Rondán comienza la temporada pero dimite en octubre y llega Casuco, que empeora sus números y se va en febrero de 2008. Antes, el club presenta sus cifras en la asamblea general del 20 de diciembre. Monterrubio defiende unos números que arrojan un déficit de 14 millones de euros, destaca la contención del gasto y el aumento de los ingresos y también e liquidez. El director general asume que “en el pago de las deudas tiene muchísima incidencia la herencia”. Por contra, en la propia asamblea hay accionistas que le enmiendan y señalan que la deuda ha aumentado hasta los 17 millones.
2008
milagrosa salvación
En lo deportivo, el Xerez es colista de la categoría 17 años después, el equipo cae contra Las Palmas 0-3 y Morales anuncia su dimisión como presidente de la entidad. Tras ese partido, varios aficionados agreden a algunos jugadores. Días después, el Ayuntamiento vuelve a la carga contra Joaquín Morales asegurando que hay empresarios dispuestos a comprarle sus acciones y vuelve a salir a escena Juan Morales, quien finalmente admite que las deudas que arrastra el club son demasiado elevadas. En febrero llega Esteban Vigo y como si el club fuese una tómbola, ahora es Luis Parra, un ex torero jerezano, el que quiere hacerse con las acciones del Xerez. Al margen de todo, la plantilla y el cuerpo técnico hacen piña, ganan todos los partidos en casa desde marzo y salvan la categoría en la última jornada venciendo al Elche. Francisco Garrido llega a un acuerdo con Joaquín Morales y éste pronuncia su ya famoso “vendido está” y “mi mano es un contrato y la suya una escritura”. Morales entiende que el acuerdo es total y se desentiende de la situación a pesar de que hay que pagar casi dos millones de euros en AFE antes del 31 de julio. Finalmente, es Garrido quien asume esos dos millones pero inmediatamente después envía un comunicado diciendo que no compra la entidad y se convierte en uno de sus principales acreedores. Tras confeccionar la plantilla en las últimas semanas, el Deportivo se sitúa en los puestos de cabeza, que no abandonará en toda la temporada. En el plano institucional, Francisco Nuchera entra en escena para un enésimo intento de venta. Tras largas negociaciones, el empresario sevillano se retira al considerar que las cuentas no están claras, común denominador en las anteriores negociaciones. Con renovadas fuerzas, Morales vuelve a la vida pública, pide cien días, forma un consejo de administración jerezano y nombra presidente a Joaquín Bilbao. A finales de año, la Sociedad Anónima presenta sus cuentas en junta general. El balance arroja una deuda global de 18 millones de euros, cuatro más que la anunciada justo un año antes. Monterrubio explica que la situación del club “es delicada” y asegura que “la gestión es mejorable”. La alcaldesa, por su parte, anuncia que no habrá subvención.
2009
el año de la gloria...
y de la ley concursal
El Xerez Deportivo asciende a Primera División con Joaquín Morales al frente de la sociedad y Carlos de Osma sustituyendo a Bilbao en la presidencia. Se estima que los ingresos por conceptos televisivos rondarán los 12 millones de euros mientras que por abonos el club hace una caja de casi 7 millones. A pesar de todo, el Deportivo se acoge a la ley concursal no sin antes rechazar una oferta de compra de STX Global Services. Javier Tebas, vicepresidente de la LFP, se encargará del proceso concursal. El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Cádiz emite el auto nombrando administradores a Jesús Rodríguez, Antonio del Puerto y Francisco Garrido, aunque este último, delega en Juan Luis Sierra. En el auto de la magistrada Nuria Orellana la deuda real se dispara hasta los 26 millones de euros. Poco antes, la Federación de Peñas y la Agrupación de Peñas y Abonados del Xerez piden la marcha de Joaquín Morales y la dimisión de Antonio Fernández Monterrubio, al considerarles principales culpables de la situación económica. Entra en escena otro posible comprador: Federico Souza. Nadie se cree ya nada de Joaquín Morales, pero esta vez sí se produce la compraventa, aunque muchos opinan que es encubierta.
2010
federico ‘el breve’
Federico Souza desembarca en el Xerez el 14 de enero de 2010. Compra en tres plazos el 52 por ciento de las acciones a Joaquín Morales y Antonio Fernández Monterrubio se queda para el traspaso de poderes. El equipo es colista, se destituye a Ziganda y llega Néstor Gorosito. En su presentación, Souza pronuncia una frase que queda para la historia: “Por plata no va a ser”. Trae su propio equipo directivo, que tras una denuncia que aseguran parte del club, se ve obligado a dejar de trabajar en la sede de la entidad a petición de los administradores concursales. Tras consumarse el descenso, Gorosito se muestra tajante: “Sólo sigo si Monterrubio se va”. Souza recoge el testigo e inicia el mecanismo para despedir al director general y, de paso, a Rondán, Poyatos y Jacobo Moreno para colocar a su equipo. La cuantía de los despidos se dispara y los concursales solicitan avales. Tras semanas de negociación, el vicepresidente de la entidad, Martín Mattos, anuncia que dan un paso al lado al tiempo que publican el sueldo de Monterrubio: 18.000 euros en Primera y 15.500 en Segunda. Souza llega de Argentina y cuando parece que va a presentar los avales, pega la ‘espantá. Los administradores solicitan la intervención judicial y tres semanas después llegan a un acuerdo con los trabajadores para la extinción de sus contratos.
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