Un triunfo angustioso (1-0)

El Xerez cosechó una victoria angustiosa ante el Lugo gracias a un tanto de José Vega en la primera mitad de un encuentro que convirtió en una locura colectiva el colegiado Sureda Cuenca, al expulsar de forma rigurosa a los azulinos Sidi Keita, Iago Bouzón y a Bruno Herrero, ya en el tiempo de descuento cuando era retirado del campo en camilla.

Los xerecistas se sobrepusieron a todas las adversidades, amarraron un triunfo que les coloca a tres puntos de la zona de peligro y que les permite encadenar la mejor racha de la temporada. Los de Esteban lograron su segunda victoria seguida y llevan cuatro jornadas sin conocer la derrota.

El encuentro no fue brillante pero sí fue intenso y emocionante, especialmente por lo ajustado del marcador y por la labor de Sureda Cuenca, que desquició tanto al Deportivo como a la grada. Se llevó piropos de todos los colores tras las rigurosas expulsiones de Keita -la segunda amarilla fue por una mano totalmente involuntaria-, la de Bouzón -la segunda amonestación la vio el gallego por supuestamente perder tiempo cuando el balón estaba parado y su equipo se disponía a hacer un cambio- y la que colmó la paciencia de los seguidores fue la de Bruno. El jerezano recibió la tarjeta en la camilla, cuando abandonaba el campo tras un encontronazo con el delantero Fran Sol...

Xerez y Lugo se marcaron una primera parte de lo más insípida que se despacha en Segunda y eso que el cuadro gallego se plantó en Chapín con una propuesta atrevida y de mucho toque pero sin demasiada verticalidad y menos capacidad de definición aún.

Los azulinos, seguros atrás y con un Raúl Cámara muy activo, acertaron a sacar petróleo de casi su única buena acción de este primer tiempo. Una buena jugada entre Álvaro Rey y Cámara acabó con centro desde la derecha al segundo palo del lateral que José Vega remató de cabeza de forma impecable al fondo de la red. Era el minuto 23.

Con anterioridad, sólo dos uy de la grada. A los diez minutos, Maldonado montó bien una contra pero Cámara no enganchó bien el balón y se le marchó.

El tanto asentó un poquito al Deportivo pero afectó a un conjunto gallego muy cogido con alfileres y sin profundidad. Para colmo, no supo aprovechar ninguna de las acciones que tuvo a balón parado, hasta tres faltas en la frontal del área y un par de saques de esquina.

Nada más arrancar la segunda parte, Chema salvó los muebles por partida doble, primero tirándose a los pies de Pablo Álvarez y luego despejando de puños un saque de esquina muy bien botado por el exazulino Héctor Font, que fue de los mejores del rival.

Las cosas comenzaron a complicarse para los azulinos superada la hora de juego, cuando Keita vio la segunda tarjeta amarilla y fue expulsado. La amonestación fue de lo más absurda, ya que la vio por tocar el balón con la mano justo cuando se daba la vuelta.

Con diez, el equipo dio un pasito atrás y la reacción de Esteban no se hizo esperar para recomponer su once. Sacó del campo a un Tato que no acaba de explotar en casa para sacar a Israel, en un intento de que ayudase un poco más a Bruno. Setién también se la jugó apostando por Fran Sol, el hombre más ofensivo que tenía en el banquillo.

Entre imprecisiones y más control del balón de los rivales, fueron pasando unos minutos que comenzaron a ser agónicos para la grada, que con razón la tomó con el árbitro por su falta de criterio a la hora mostrar las tarjetas.

A los 75 minutos, Iago Díaz probó fortuna desde lejos y casi sorprende a Chema, que desvió su tiro con apuros a saque de esquina. Y cuatro minutos más tarde, una galopada del exazulino David de Coz, con centro-chut incluido no acabó en gol de milagro. Otra vez Chema tuvo que sacar la mano para evitar el tanto y repitió en el 80 ante Óscar Díaz.

El Lugo, en estos momentos que sólo dejaba atrás a los dos centrales, ya tenía encerrado a un cuadro azulino al que le costaba montar una contra. Aún así, Álvaro Rey lo intentó en el 82 pero su lanzamiento se le marchó a las nubes.

Justo después, Sureda Cuenca volvió a dejar su sello. Mandó a la caseta en el minuto 86 a un Iago Bouzón que no daba crédito a lo que le estaba sucediendo. Vio la segunda amarilla por perder tiempo cuando el partido estaba parado para realizar un cambio.

A pesar de todas las adversidades, en el tiempo de descuento, Maldonado pudo sentenciar y acabar el descuento sin tanta agonía pero no fue posible. El meta Yoel le aguantó bastante bien y le ganó la partida en el uno contra uno.

La traca final llegó con Bruno pero los tres puntos se quedaron en Chapín. Los lucenses no fueron capaces de sacar tajada de su superioridad numérica pese a su propuesta vistosa y Sureda Cuenca fue despedido con una bronca de las que hacen época...