Antonio Moreno, centrocampista del Xerez Deportivo FC, no ha tenido demasiada suerte esta temporada. No contó lo esperado para Dani Pendín, tampoco para Juan Antonio Sánchez Franzón y cuando todo hacía indicar que tendría más minutos con Juanlu Aguilocho los problemas laborales se lo han impedido. Y precisamente esos problemas laborales le han costado caros al futbolista. Se perdió algunas sesiones de entrenamientos, tampoco pudo viajar a Puente Genil y la directiva, en su afán de ahorrar gastos de cualquier modo, ha aplicado el criterio que le ha convenido.

La entidad le ha sancionado y sólo le ha abonado el 50% de la compensación de gastos del mes de abril. Moreno, que trabaja en el cementerio de Chiclana, no sale de su asombro: "Estoy leyendo y oyendo en los últimas días muchas cosas que son totalmente falsas y quiero que quede claro que yo ni he dejado de entrenar ni he faltado a partidos porque haya querido, lo he hecho por motivos laborales. Avisé al club de que empezaba a trabajar y al partido de Puente Genil no pude ir porque a última hora un compañero tuvo un problema y me llamaron a mí para cubrirle el día. A raíz de ahí, me puse en contacto con el club pare explicarle mi situación, que en el mes de mayo iba a tener problemas laborales algunos fines de semana y que no me lo pagasen, que renunciaba. Yo quería quedar bien, seguir entrenando y jugar cuando pudiese y el míster lo estimase oportuno. Mi sorpresa llega cuando voy a cobrar abril y me encuentro con que me dan el 50% de lo que cobro. Nadie me dice nada de que sea multa o que sea por no entrenar, me dicen que no hay dinero. La verdad no la sé y a La Palma tampoco pude ir por trabajo no porque no quiera jugar por no cobrar".

El centrocampista azulino resalta que el problema lo intenta solucionar porque "el resto de mis compañeros sí que lo han cobrado todo. No sé qué pensar ni qué va a pasar, no me han vuelto a decir nada. De verdad, no es la cantidad de dinero que me quita el club, es el gesto tan feo que han tenido conmigo cuando yo he intentado quedar como un caballero renunciando al mes de mayo antes de saber que no iban a pagar. Ojalá pudiese jugar todos los partidos pero este club no es profesional y me tengo que buscar la vida al margen del fútbol, como hacen otros compañeros. Insisto, les digo que no cobro el último mes y tienen este gesto tan feo. Otros compañeros también trabajan, han faltado a algunos entrenamientos y creo que a ninguno le han hecho lo que a mí".

Ahora, a nivel personal con todo lo sucedido, se muestra "muy jodido, me ha dolido el gesto pero no puedo hacer nada. Tengo mi conciencia muy tranquila y puedo ir con la cabeza alta. Mi intención era la de seguir entrenando y jugando cuando pudiese y ahora no sé qué va a pasar. Hay algunos fines de semana que tengo que trabajar pero otros los tengo libres y será decisión del entrenador. Espero que todo esto no me pase factura. Es un problema que nace con la directiva, con el cuerpo técnico mi trato es bueno, no tengo ningún tipo de problema con los entrenadores".