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Caso marta

Miguel culpa ahora a Samuel de deshacerse del cadáver de Marta

  • El presunto asesino vuelve a reconocer que mató a Marta con un cenicero, pero dice que se inventó que la arrojaran a la basura · El cuerpo estuvo varias horas en el maletero de un coche, según esta cuarta versión

Cuarta declaración ante el juez y cuarta versión de los hechos. Miguel Carcaño volvió ayer a confesar el asesinato de Marta del Castillo, aunque negó que tanto él como el menor de 15 años que está internado en un centro la agredieran sexualmente. Su nuevo testimonio vuelve, en su mayor parte, a la primera declaración que prestó en relación a los hechos que sucedieron la tarde-noche del 24 de enero pasado, aunque ahora sitúa a su amigo Samuel Benítez Pérez como el principal artífice de la operación para deshacerse del cuerpo de la adolescente, una labor en la que Carcaño implica ahora a un familiar de Samuel.

Miguel Carcaño dice que aquella tarde él y Marta discutieron en el piso de la calle León XIII, donde ambos se encontraban a solas. En el transcurso de la discusión, Miguel propinó un golpe a Marta con un cenicero y, como consecuencia del mismo, la adolescente falleció.

El asesino confeso sitúa la pelea poco antes de las diez de la noche e insiste en que no había nadie más en el piso -lo que favorece a su hermano Javier Delgado-. Tras el crimen, se presentó en el piso el menor de 15 años, con el que Miguel había quedado esa tarde, y éste telefoneó a Samuel Benítez, el amigo de ambos que actualmente sigue en prisión, para que viniera a ayudarles. En su nuevo testimonio, Miguel Carcaño dice que el traslado del cuerpo se realizó en un coche -un Opel Vectra de color granate- que ese día conducía Samuel y cuyo propietario es un familiar suyo, en concreto un tío.

El asesino confeso dice que envolvieron el cuerpo de Marta en una manta y que utilizaron una silla de ruedas que había en su casa -que perteneció a su madre- para llevar el cadáver hasta el coche, introduciéndolo en el maletero del vehículo. Carcaño dice que el cuerpo fue sacado de su casa poco más allá de las diez de la noche y que, una vez lo metieron en el coche, desconoce qué hicieron con él sus amigos. Mientras tanto, él regresó a la vivienda para limpiar los restos de sangre tras el crimen. Miguel dice que fue a su regreso al piso cuando un vecino suyo le vio empujando la silla de ruedas vacía, aunque este testigo ha declarado que el encuentro se produjo de madrugada, poco antes de las dos.

El presunto asesino de Marta sostiene que Samuel fue la última persona que vio el cuerpo y el que puede saber dónde está, dado que, según esta cuarta versión de los hechos, tras abandonar la vivienda de León XIII, Samuel dejó al menor de 15 años en el barrio de Nervión. Cuando Miguel telefoneó a Samuel a las 00:11 ya del día 25 de enero -según el registro de llamadas investigado por la Policía-, este joven le comentó que aún no se había desecho del cadáver de Marta, lo que implica que el cuerpo estuvo supuestamente varias horas en el interior del maletero.Esa llamada, según consta en los autos, tuvo una duración de un minuto y medio, y en ese momento Miguel Carcaño estaba en Camas -donde asegura que llegó a las 22:50 y no se marchó en toda la noche- y Samuel Benítez se hallaba en Dos Hermanas, en la barriada de Montequinto.

En cualquier caso, Carcaño asegura que no sabe dónde acabó el cuerpo de Marta, aunque cree que el tío de Samuel, el propietario del coche, pudo ayudarle a desprenderse del cadáver. El asesino confeso aportó algunos datos de este familiar de Samuel: dijo que se llama Miguel, que tiene unos 45 años y 1,65 metros de estatura, y que es una persona peligrosa que reside en la zona de Las Vegas de las Tres Mil Viviendas.

Al ser preguntado sobre por qué no ha revelado estos datos hasta este momento, Miguel ha dicho al juez que tenía miedo por lo que pudiera pasarle a la familia de su novia de Camas, ya que el familiar de Samuel le había amenazado en dos ocasiones. La primera fue antes del arresto de Carcaño, cuando este familiar le intimidó diciéndole que si implicaba a Samuel en el caso le haría daño a su novia de Camas y a la madre de ésta, Soledad Gómez. Esas supuestas amenazas volvieron a repetirse, según Carcaño, en marzo, cuando este familiar le esperó entre el público a su llegada a los juzgados, coincidiendo con una de sus declaraciones en el juzgado de Instrucción número 4.

El temor a esas supuestas amenazas y la intención de no implicar a Samuel Benítez en los hechos fue lo que determinó que se inventara que arrojaron el cuerpo a la basura. En cuanto a la violación de Marta, Miguel señaló que también se inventó este delito porque le habían comentado en la cárcel de Morón que de esta forma el juicio no se celebraría ante un jurado popular. Ahora, Carcaño niega en rotundo que tanto él como el menor de 15 años, al que antes había culpado de haber matado a Marta asfixiándola, violasen a la joven.

La nueva declaración de Miguel Carcaño se produjo a petición de la Fiscalía y de la acusación particular, coincidiendo con la vista que había convocado el juez para concretar la imputación contra los cuatro implicados y que quedó en un segundo plano ante el sorprendente testimonio del principal imputado.

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