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Andaluzas 22M

La fuerza de una estrella del pop

  • Pablo Iglesias hace corear en Málaga a más de 4.000 personas: "Lo primero es la gente"

"Cuando la gente deja de estar de rodillas y se levanta para ayudar a los suyos..." Así inició y acabó su debut en las andaluzas, con estructura circular, la gran baza mediática de Podemos, una estrella del pop, un hombre que se ha convertido en simbólico, hasta mesiánico, para miles de personas. Con ustedes, Pablo Iglesias. "¡Presidente, presidente!", coreaban las más de cuatro mil personas congregadas en la plaza de la Merced de Málaga para iniciar el sprint del final de la campaña. "Somos buenos en el sprint, nos gusta la recta final. Ellos querrían que se acabara ya la campaña, que valieran las encuestas. No, vamos a ganar". Quien niegue el magnetismo que Iglesias ejerce sobre una parroquia entregada, convencida de que asistimos a un momento histórico, tiene una venda en los ojos. Iglesias ejerce de Mick Jagger, subraya el discurso, entra, vuelve y, a continuación da pie al estribillo porque "lo primero es...". Y las gargantas terminaban la letra de canción: "¡La gente!".

Málaga suponía un ensayo general de la minigira de Pablo Iglesias en las andaluzas para culminar en Dos Hermanas, que es el verdadero puñetazo en la mesa que quiere dar Podemos. "No tenemos dinero para autobuses, ni tenemos redes clientelares. Lo vamos a llenar con..." Y las gargantas coreaban: "¡La gente!".

Tenderetes con camisetas, merchandising que ayuden al crowdfounding, la colecta. Banderas republicanas, una gran bandera griega, otra de Euskadi (no sé por qué) y un público intergeneracional, con muchos niños jugando en la plaza atestada como si fuera Woodstock. Bonita mañana de sábado.

Y un lugar especial para los más mayores, a los que Iglesias hizo guiños de todos los colores. "Los que hicisteis el cambio en el 82 sois los que lo vais a hacer ahora. Y lo vais a hacer por vuestros nietos".

De esa generación del 82 es Carlos Jiménez Villarejo, ex fiscal anticorrupción, casi octogenario, ex eurodiputado. Era una de las voces del mitin de ayer que arropaba a Teresa Rodríguez, que podría ser su nieta. Villarejo se remontó a los inicios de la transición y, sin amargura, constitucionalista con lo que le gusta de la Constitución del 78, dio una versión histórica: "La dictadura militar del general Franco no fue derrotada. El régimen del 78 es la consecuencia de un pacto de lo que venía y de lo que fue". Por eso, él que lo vivió, se rebelaba contra los que llaman idiotas a Podemos por hablar del régimen del 78, que en Andalucía "ha significado un monopartidismo que ha resultado nefasto". Y en ese capítulo nefasto leyó la sentencia del Supremo que preimputa a Chaves y Griñán por haber dejado que "855 millones de euros" se evaporaran bajo sus narices.

Y hubo un recuerdo para el general Torrijos, fusilado en estas playas "porque mejor morir que vivir arrodillado", y una defensa de Iglesias a los militares democráticos y a los guardias civiles y policías que persiguen la corrupción, todos ellos los verdaderos "patriotas". Y los malagueños morados, entregaditos, gritando el sí, se puede, casi pidiendo un bis.

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