El verano es tiempo de descanso, de relajación, de conocer nuevos lugares, de viajar, de rebajar el estrés y disfrutar del ocio...y de momentos del más absoluto silencio. Uno de los placeres del verano es leer. En casa, en la piscina, en la playa, en una terraza mientras te tomas algo, en el hotel. Sí, en el hotel. Y si son en enclaves tan maravillosos como el que presenta el Sercotel Gran Hotel Conde Duque de Madrid con más ganas aún.

Un espacio mágico repleto de libros olvidados y no reclamados por los clientes, normalmente en sus habitaciones, dispuesto y organizado de una forma muy especial a modo de biblioteca para que puedan ser utilizados a su vez por otros clientes. El origen de las olvidotecas hace ya casi quince años, una iniciativa que ha encontrado continuación en otros hoteles y que este año, el de la pandemia, pueden representar una de las grandes oportunidades lectoras para aquellos que se han enganchado en los meses

Las olvidotecas, ese rincón de libros abandonados de diferentes estilos y en diferentes idiomas, pueden ayudar a mantener estos meses la línea ascendente de interés en la lectura que se ha afianzado en los últimos tiempos. Sin necesidad de aumentar nuestro equipaje. Porque el porcentaje de españoles mayores de 14 años que lee con frecuencia libros en su tiempo libre, es decir, al menos una vez a la semana, llegó durante el confinamiento a un máximo histórico del 57%.

El porcentaje de españoles mayores de 14 años que lee con frecuencia libros en su tiempo libre aumenta en tiempos de pandemia

El valor curativo del libro es indudable y en las olvidotecas los clientes encuentran un servicio exclusivo para disfrutar en el rincón de lectura habilitado o en su habitación sin más compromiso que volver a dejarlo olvidado en el sitio donde lo encontraste. 

La olvidoteca, una iniciativa en expansión

Cada vez existe más gente a la que le gusta leer, pasar cuatro horas en un sillón, sin sentir la necesidad de publicar a los cuatro vientos en sus redes sociales que está leyendo. Ni desde dónde está haciéndolo. Lo importante es el contenido, no el continente. Lo único que hace falta es un buen libro para emocionarse con una historia, identificarse con un personaje o adentrarse en un mundo, fantástico o real, que nos atrapa de la misma forma que lo hacen las olvidotecas.

El olor a papel, una luz tenue, una estantería bien ordenada...Leer enriquece la mente y sana el alma. Leer es sinónimo de saber, aprender, conocer y descubrir Y Sercotel ha sabido captar esa esencia, completando la colección de libros olvidados con aportaciones voluntarias por parte de trabajadores y clientes que conocen la iniciativa, viajan con libros y se los olvidan 'sin querer queriendo'. Hasta alcanzar más de medio millar de ejemplares. En Madrid, Alava, Barcelona, Murcia, Logroño o Granada.