Tras una semana de cruces verbales que se cerró con la inesperada renuncia de Tito Vilanova como entrenador del Barcelona debido a un cáncer, su antecesor en el cargo, Josep Guardiola, envió una señal de paz hacia su sucesor y durante años amigo. "Lo quiero", dijo el entrenador del Bayern Múnich en una rueda de prensa tras el 4-0 sobre el Hamburgo en un torneo amistoso que se disputa este fin de semana en Mönchengladbach.

Al ser preguntado por la situación de Vilanova, Guardiola advirtió de sus dificultades con el idioma: "Me resulta difícil hablar de eso en alemán". Tras una pausa, el español logró expresar sus sentimientos. "Lo quiero. Le deseo a él y su familia ahora toda la fuerza".

Vilanova fue el número dos de Guardiola en el exitoso Barcelona de 2008 a 2012, pero ambos amigos están distanciados desde que uno relevó al otro al frente del equipo. La semana pasada Guardiola lanzó duras acusaciones al Barcelona que tanto su presidente, Sandro Rosell, como el propio Vilanova rechazaron.