El sueco Zlatan Ibrahimovic lo está pasando mal en el Barcelona, pero su carácter indómito permanece sólido frente las críticas. Así lo demuestra con sus últimos goles, decisivos en el tramo más exigente de la temporada.

"Tengo que hacer más para que se vea lo mejor de mí. Pero prefiero hablar en el campo a hacerlo fuera. Afrontamos dos meses muy importantes y espero que continuemos los dos bien, el equipo y yo", dijo el día antes de jugar contra el Arsenal, como si supiera algo que los demás desconocían.

Y ese secreto fue lograr dos bonitos goles que propiciaron el empate a dos tantos en el campo del Arsenal, un resultado que acerca al Barcelona a la semifinal de la Liga de Campeones europea, por más que perdiera una buena oportunidad de sentenciar el pase.

"Dos golazos de SuperIbra", titulaba el diario Sport. "Fue el mejor Zlatan, que marcó a pares en el partido más importante hasta ahora", agregó Mundo Deportivo.

Ibrahimovic pasó del cero al infinito en cuestión de segundos. En la primera parte erró varias oportunidades y las emisoras de radio españolas no dudaron en cargar contra el sueco. Pero éste revirtió la situación con dos goles tras el descanso.

El sueco lleva toda la temporada viviendo entre críticas y después de cada partido en el que no marca tiene que escuchar comparaciones con Eto'o, quien hizo historia en el Barcelona hasta el pasado año, cuando fue traspasado al Inter.

Los más críticos dicen que no se adapta al juego del equipo, que no se sacrifica lo suficiente, que no se asocia con Messi, que se desentiende del juego, que no marca...

Pero la realidad que reflejan las estadísticas es bien diferente. Ibrahimovic lleva 15 goles en la Liga española y marcó el primero de su equipo en ocho partidos, una circunstancia interesante cuando se habla de tantos decisivos. Además, se le recuerdan goles importantes, como aquel que le dio al Barcelona el triunfo por 1-0 ante el Real Madrid en el clásico de la primera vuelta, cuando su equipo jugaba con diez futbolistas. Más recientemente, marcó el único gol del Barcelona ante el Mallorca en la última jornada, imprescindible para mantenerse igualado con el Real Madrid.

Y en Europa sucede algo parecido. Así, hizo el gol del empate en la ida de los octavos ante el Stuttgart, cuando el Barcelona estaba sufriendo. Y el miércoles fue un puñal ante el Arsenal.

Pero esto no para, y mañana más: el Barcelona recibe al Athletic el sábado (20:00 horas) con la cabeza dividida entre los cuartos de final de la Liga de Campeones y la Liga española. El cuadro vasco llega al recinto azulgrana con una sola derrota en los seis últimos partidos y con el cuarto puesto a tiro. En pleno crecimiento, pero se enfrenta a un rival que solo ha concedido un empate en el Camp Nou y que ha ganado seis de sus siete recientes encuentros. El Athletic de Caparrós, un nuevo examen para Ibrahimovic y para el Barça.