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fútbol · Mundial 2018

Maremoto en Rusia

  • A seis meses de la cita y en pleno escándalo de dopaje, Mutko abandona la Federación y el Comité Organizador

'Zabivaka', mascota del Mundial.

'Zabivaka', mascota del Mundial. / Efe

Dos días después de renunciar a la presidencia del fútbol ruso, Vitali Mutko abandonó también la jefatura del Comité Organizador del Mundial 2018 cuando apenas quedan seis meses para que empiece a rodar el balón en Moscú.

El escándalo de dopaje que sacude desde hace años a Rusia del mundo obligó a Mutko a apartarse de los dos cargos más importantes del fútbol local. El viceprimer ministro de Vladimir Putin fue ministro de Deportes entre 2012 y 2016 y es visto por el Comité Olímpico Internacional (COI) como uno de los principales responsables de la trama de dopaje que se destapó en los Juegos de Invierno de Sochi, celebrados en el sur de Rusia en 2014.

"Me voy a concentrar en mi trabajo en el Gobierno", señaló Mutko, que será reemplazado en la jefatura del Comité Organizador por Alexander Sorokin. Hasta ahora director general, Sorokin tiene 45 años y ya reemplazó en septiembre a Mutko en el Consejo de la FIFA.

Brazo derecho de Putin en los temas deportivos, Mutko seguirá coordinando el trabajo de la Copa del Mundo desde su cargo en el Gobierno. "Sorokin se convertirá en el jefe del Comité Organizador. Cooperará con la FIFA, mientras que yo coordinaré el trabajo en nombre del Gobierno", indicó.

Un portavoz de la FIFA señaló que el organismo "tomó nota" de la decisión de Mutko, al tiempo que le agradeció "por su incalculable contribución a los preparativos de la competición". "LA FIFA continuará trabajando en estrecha colaboración con el Comité Organizador y sus nuevos líderes, así como con el Gobierno ruso, la federación de fútbol y las ciudades sede", añadió el ente rector del fútbol.

Las dos renuncias de Mutko -aunque la de la federación de fútbol es temporal- son vistas como una respuesta a la presión de la FIFA. La entidad presidida por Gianni Infantino apoyó siempre a Mutko, pero recientemente al parecer presionó para que se apartara del fútbol hasta el Mundial.

La Copa del Mundo, el mayor evento deportivo de 2018, se celebrará del 14 de junio al 15 de julio en 11 ciudades de Rusia. Con un presupuesto de algo más de 9.200 millones de euros, el país modernizó numerosas estructuras para la cita. "Aún queda mucho trabajo por hacer, pero estoy convencido de que todo se terminará a tiempo", comentó Mutko.

A la vista de la supuesta implicación de Mutko en la trama de dopaje de Sochi 2014, el COI suspendió de por vida al político, que no podrá ir nunca más a unos Juegos Olímpicos. Investigaciones llevadas a cabo por la Agencia Mundial Antidoping (AMA) y por el COI revelaron que el Estado de Rusia tenía un plan para dopar a sus deportistas. Especial relevancia tuvieron los Juegos de Sochi, en los que se intercambiaron muestras de los controles para evitar positivos.

Por ello, el COI sancionó a 43 atletas rusos que participaron en Sochi y Rusia perdió ya 14 medallas. Los deportistas rusos podrán competir en los Juegos de Pyeongchang 2018, pero el COI les prohibió cualquier símbolo nacional: competirán como neutrales, sin himno ni bandera.

Cuando el lunes anunció que dejaría la federación de fútbol durante los próximos seis meses, Mutko indicó también que presentaría un recurso contra su sanción ante la Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD).

Mutko es un compañero de viaje de Putin desde los tiempos en los que el actual jefe del Kremlin vivía en San Petersburgo. En la antigua ciudad de los zares llegó a ser vicealcalde y después, como consecuencia del ascenso de Putin, el jurista y técnico de transporte naval se desempeñó en cargos relacionados con la política y el deporte.

La figura de Mutko siempre vivió en la sombra de la polémica: dopaje, trato de favor a hooligans, acusaciones de corrupción... Mutko estuvo 20 días en Canadá, pero adjuntó 97 tíckets de desayunos.

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