Ciudadanos (C's) sigue ganando peso en la formación de los nuevos gobiernos autonómicos. El partido de Albert Rivera se ha convertido en el protagonista indiscutible de la semana al desbloquear la formación del Ejecutivo andaluz, un modelo que previsiblemente se repetirá en la Comunidad de Madrid, en este caso con el PP como beneficiario, y desde ayer se dibuja en el horizonte en la Comunidad Valenciana ante el frenazo en la negociación entre el PSPV y Compromís.

Los socialistas valencianos interrumpieron ayer las conversaciones con Compromís molestos por la pretensión de Mónica Oltra de asumir la Presidencia de la Generalitat, un bloqueo que puede afectar incluso al Ayuntamiento de Valencia, donde el PSPV ha dado un paso atrás en su apoyo a Joan Ribó y ahora lo condicionan a un acuerdo en otros municipios.

La alcaldesa de Valencia en funciones, Rita Barberá, se reunió ayer con el concejal portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, con quien acordó trasladar al PSPV la necesidad de que defina si mantiene su postura o quiere participar "en la formación de un gobierno estable y moderado".

C's informó en un comunicado de que en la reunión Giner explicó el ofrecimiento de su formación para "liderar un gobierno democrático y con las manos limpias en la ciudad de Valencia, que evite que lleguen al poder los nacionalistas".

A nivel autonómico, la paralización de la negociación entre el PSPV, Compromís y Podemos abre un abanico de posibilidades entre las que se incluye un acuerdo para la investidura de Puig con apoyo de Ciudadanos y la abstención del PP.

Los socialistas valencianos ya alertaron el lunes por la noche de que el pacto autonómico corría "serio peligro" después de que Compromís cuestionara públicamente la legitimidad del PSPV para gobernar la Comunitat, pese a haber sido, tras el PP, la segunda fuerza más votada en las elecciones, con 21 diputados, seguida de Compromís, con 19.

Las declaraciones de Compromís se produjeron tras la reunión de la comisión negociadora entre el PSPV, Compromís y Podemos, en la que se alcanzó un acuerdo de políticas sociales para un futuro Gobierno de izquierdas -que debía presentarse públicamente hoy- pero se evidenció que no había acuerdo sobre la presidencia.

El vicesecretario de Organización del PSPV-PSOE, Alfred Boix, señaló ayer que "ha sido infinita la paciencia" que han tenido en el proceso negociador, pero esta "tiene un límite y la avaricia rompe el saco", por lo que no van a jugar a "estrategias" que se dilaten en el tiempo y quieren que haya Gobierno antes de julio.

Para ello, explicó, buscarán "confluir en un espacio de gobernabilidad" con el resto de formaciones políticas, como Ciudadanos, que logró 13 escaños, porque tienen "la responsabilidad de gobernar la Generalitat" como segundo partido más votado en la Comunitat y "el primero del cambio".

Desde Compromís, el representante de la coalición negociadora con el PSPV y Podemos Pasqual Mollà aseguró que los socialistas "se equivocan" si pretenden hacer "una especie de prueba de fuerza" con este anuncio, que en su opinión no forma parte de los nuevos tiempos que se han abierto tras el 24M. Compromís insiste en que Mònica Oltra debe ser la presidenta de un Consell donde el socialista Ximo Puig tendría un papel "muy protagonista" y podría ejercer una influencia "muy importante".