El camionero sevillano por el que intercedió el Rey en su visita a Marruecos se encuentra desde ayer en España, después de que Rabat aprobara su traslado para que cumpla lo que le queda de condena en una cárcel española. Antonio García Vidriel, condenado a cuatro años por tráfico de drogas, abandonó ayer por la mañana la prisión de Tánger y llegó pasado el mediodía al puerto de Tarifa, desde donde fue trasladado por la Policía Nacional a un centro penitenciario de la provincia de Cádiz.

García Vidriel, de 58 años y natural de La Luisiana, está enfermo del corazón y padece diabetes. Su salud se había agravado durante la estancia en la prisión marroquí, donde la única alimentación que recibía al día era de un huevo y una lata de atún. Más de 67.000 personas respaldaron con su firma una petición de traslado a España hace meses, en una situación por la que se interesó la Casa Real y que llevó al Rey a interceder ante el primer ministro marroquí.

Fuentes de la penitenciaría de Tánger explicaron a Efe que el camionero salió de la cárcel "en buen estado de salud", que estuvo acompañado por la Policía marroquí y aparentemente no había ninguna persona del Consulado de España con él. El traslado del preso se hizo con absoluta discreción y ninguna fuente, ni española ni marroquí, quiso confirmar cuáles fueron los pasos que siguió el camionero en su regreso a España.

En principio, el destino inmediato de García Vidriel era el penal de El Puerto de Santa María, donde recalan todos los presos españoles antes de adjudicarles un destino en una prisión española. Sin embargo, fuentes próximas al camionero explicaron anoche que creían -sin tener todavía la certeza absoluta- que éste se encontraba en la cárcel de Algeciras. Poco después de conocerse la noticia de su traslado, la familia del camionero sevillano aseguró que dedicarán su primer esfuerzo a que García Vidriel logre un permiso penitenciario para visitar a su hijo pequeño, Lucas, que sufrió un accidente laboral en Huelva y se quemó el 60% de su cuerpo. Este joven sigue ingresado desde el mes de junio en la Unidad de Quemados del Hospital Virgen del Rocío.

El abogado de García Vidriel se trasladará hoy a la prisión en la que se encuentra y comenzará a trabajar en su caso. La familia luchará ahora por pedir el traslado a una cárcel de la provincia de Sevilla e intentará también que se le conceda el tercer grado. En Marruecos ha cumplido 16 meses de los cuatro años a los que fue condenado. Su hijo Miguel, portavoz de la familia, ha insistido en que tanto su padre como su hermano Antonio, que fue detenido con él, son inocentes y seguirán luchando para demostrarlo.

García Vidriel fue detenido en abril de 2012, cuando se encontraron casi nueve toneladas de hachís entre un cargamento de sandías en el camión en que viajaba por Marruecos con su hijo. Tras ocho meses de prisión preventiva fue juzgado y condenado a cuatro años de cárcel por tráfico de drogas, mientras que su hijo fue condenado a diez y fue recientemente indultado por el rey de Marruecos. García Vidriel decidió acompañar a su hijo en este viaje porque se encontraba sufriendo una depresión a raíz de la muerte de su esposa, que había fallecido cuatro meses atrás. Según la versión que mantiene la familia, cuando llegaron al destino para recoger la mercancía, alguien les dijo que se fueran a comer que cuando volvieran ya tendrían el camión cargado, con lo que ellos desconocían en todo momento que transportaban hachís.El rey Juan Carlos planteó en Rabat al jefe del Gobierno marroquí, el primer ministro Abdelilah Benkiran, el caso de García Vidriel, y el mismo día en el que Monarca español regresaba a España se anunció que el preso español sería liberado al día siguiente.