Su historia se parece a esas de las grandes estrellas en las que bien por casualidad o caprichos del destino las oportunidades se cruzan en el camino para cambiar su vida para siempre. Berta Vázquez nació en Kiev hace 23 años pero vive en España desde hace veinte. Creció en Elche con el sueño de ser bailarina y con ésas se mudó a Madrid. Una joven entusiasta que soñaba con triunfar, y triunfó. Una mañana paseando a su perro una mujer desconocida le propuso ir a un casting, el de Alacrán enamorado, película protagonizada por Álex González, pero aunque llegó a la última fase de la prueba no fue elegida.

La paciencia fue la mejor aliada de la actriz que más tarde sí lograría hacerse con el papel protagonista del filme Palmeras en la nieve, junto a Mario Casas, su actual pareja, que llegará a los cines el 25 de diciembre. Será, sin duda, su mejor regalo de Papá Noel, y es que si bien Berta triunfa en televisión con Vis a vis ésta será su primera incursión en el séptimo arte. Hacerlo de mano de Fernando González Molina, que vuelve a adaptar una novela al cine tras A tres metros s obr el cielo y Tengo ganas de ti, y con Casas, Adriana Ugarte y Macarena García como compañeros de reparto, es su mejor aval. "Es un poco surrealista que griten tu nombre por la calle. Al final la gente te muestra su cariño y te brinda su apoyo y eso es bonito", dice la joven intérprete a este periódico. Feliz e ilusionada con su nueva vida, Berta asegura que no le importa que su agenda esté ahora "un poco ajustada". "Todo es positivo así que intentaré disfrutarlo", añade.

Berta ha pasado de ser una auténtica desconocida a protagonizar reportajes de Vogue en poco más de un año. "Cuando me llamaron para decirme que me daban el papel de Palmeras en la nieve iba andando por Gran Vía; llevaba cuatro años en Madrid, tenía un trabajo horrible y estaba en horas bajas. Me senté en la escalera de un teatro, rodeada de lucez, y me quedé como en shock. Ahí supe que mi vida iba a cambiar", ha contado a la publicación en su edición de diciembre.

Y tanto que fue así. Berta rodó Palmeras en la nieve cuando su nombre no era conocido y saltó a las revistas como la 'sustituta' de María Valverse en el corazón de Mario Casas, del que se enamoró en el set de rodaje y con el que mantiene un discreto romance desde finales de verano del 2014. "No hace falta que diga nada, es lo que irradia. Te calma, te da seguridad y te deja hacer. Es muy profesional, serio y puntual; y cuando tienes una persona así al lado te genera la necesidad de hacer lo msmo, de estar concentrada y respetar sy espacio", dice acerca de su novio. Luego, con el estreno de su primer trabajo en el mundo de la interpretación pendiente, recaló en Vis a vis, donde con su buen hacer ha conquistado al público y a la crítica. De la segunda temporada de la serie, que ya está grabando, afirma que le da igual lo que pase; "cualquier cosa menos que me maten (risas). Seguro que lo que pase será super emocionante como ha sido la primera temporada", afirma.

No tiene, por ahora, nuevos proyectos en el horizonte, pero no se queja. "Estoy rodando tele, ahora con la promoción de la película y el estreno. Creo que con eso ya de momento voy servida. Todo esto va a durar hasta primavera y estoy muy contenta", cuenta.

Dicen de ella que es una de las nuevas promesas de la interpretación española, pero prefiere mantener los pues en el suelo y no dejarse vencer por los halagos. "Es bonito, porque es la respuesta de la gente positiva hacia tu trabajo y eso te da ánimo para seguir creciendo. Pero siempre hay que seguir trabajando, mejorando", explica. Tampoco considera que su vida ha cambiado en exceso. "No, la verdad es que no. Hago lo mismo que antes pero, obviamente, siendo una cara conocida a veces hay situaciones que son nuevas", afirma. A lo que añade: "Pero lo importante es que mi percepción de la vida es absolutamente la misma. Ahora trabajo en algo chulo, que me gusta, me interesa y ya está".