El rey británico Carlos III se encuentra ya en el castillo de Windsor recuperándose de la operación a la que fue intervenido este viernes, una operación para actuar en el agrandamiento de su próstata, noticia que había causado preocupación en la opinión pública.

El monarca, que tiene 75 años, ha salido por su propio pie de The Clinic, la residencia londinense donde ingresó y donde fue intervenido el viernes. El mismo centro sanitario donde se encontraba su nuera, la princesa Catalina, intervenida hace trece días de una operación abdominal (una histerectomía, la extirpación del útero).

Complicaciones en el postoperatorio pusieron en peligro la vida de la esposa del príncipe Guillermo, que también se encuentra desde hoy en su hogar, rodeada de la familia.

Carlos de Inglaterra y la reina Camila, al salir del hospital

El monarca mostraba este lunes un buen aspecto tan sólo tres días después de pasar por el quirófano. Junto a su esposa, la reina Camila, ambos han querido acallar rumores y despejar preocupaciones que pudieran poner en entredicho la estabilidad de la Corona. El rey se recuperará cuanto antes en palacio, aunque tiene anulada su agenda en estas semanas. Con la intervención de la próstata el rey quería además dar un mensaje de prevención y animar a la población mayor.

El príncipe Guillermo por su parte también anuló su agenda y está centrado en la recuperación de su mujer. La baja de la princesa de Gales se extiende al menos hasta Semana Santa.

Carlos III en su caso podría retomar sus obligaciones a finales de febrero aunque por todos los últimos acontecimientos, a raíz de las informaciones sobre la princesa, podría ser antes.