Hacía tiempo que un evento no reunía a tanta celebritie en tan pocos metros cuadrados. La cita tuvo lugar el pasado fin de semana en el Teatro Belasco de Los Angeles y el motivo no era otro que la entrega de los populares Bafta Brits to watch 2011. Una noche en la que las estrellas derrocharon glamour, elegancia y estilo sobre la alfombra roja y en la que no faltaron las sorpresas. La primera: la aparición estelar de la siempre cautivadora duquesa de Cambridge en la entrega.

Los vestidos vaporosos ganaron la partida en una noche en la que los colores eléctricos y los claros protagonizaron un curioso duelo, y es que prácticamente todas las invitadas optaron por una de estas paletas. Los clutch fueron el complemento más solicitado, siempre acompañados de unos altísimos tacones a juego, y los cortes asimétricos los que acapararon todos los flashes. Las protagonistas: la cantante Jennifer López, la hollywodiense Blake Lively y, como no, la princesa Catalina.

La esposa de príncipe Guillermo hizo aparición radiante con un precioso vestido color malva muy claro. Un diseño que complementó con un cinturón ancho de pedrería, que realzaba su silueta femenina, y un bolso plateado. Haciendo alarde de su estilo refinado, la duquesa de Cambridge optó por su ya diseñador de cabecera, el mismo que la vistió en el día de su esperada boda, Alexander MacQueen. Y desde luego, gracias a la firma brilló como viene siendo habitual. Un bonito look que nada tuvo que envidiar al de la actriz Blake Lively, otra de las más elegantes. La protagonista de Gossip Girl, de la que se dice es novia de Leo DiCaprio, encandiló a todos ataviada con un original vestido degradé de Marchesa. J-Lo, por su parte, arriesgó y presumió de curvas con un diseño de Emilio Pucci color verde botella con una llamativa manga de pedrería.

De azul, aunque de tonos muy distintos, causaron sensación Nicole Kidman, con un diseño celeste de Elie Saab, y Jennifer Garner, con un vestido azul eléctrico muy favorecedor. Otra de las atrevidas fue Anna Kournikova, que  gustó con un vestido de plisados y un peinado de lo más controvertido.