Cien años de educación en Jerez con espíritu salesiano
Colegio San Juan Bosco
El colegio de la calle Cabezas continúa desarrollando su labor en la enseñanza de los niños jerezanos siempre bajo la línea de las hijas de María Auxiliadora
El colegio San Juan Bosco, conocido popularmente como el de las salesianas de la calle Cabezas, está celebrando durante este curso un siglo de historia, ya que abrió por primera vez sus puertas el 12 de octubre de 1912. Se trata de un centro privado concertado regido por la congregación de hijas de María Auxiliadora. Son siete religiosas las que se encuentran en la actualidad en el centro, de las que sólo tres dan clases y las otras cuatro se dedican a otras actividades.
Según explica la directora del centro, María Dolores Bohórquez, "el origen del colegio fue la petición presentada por la Junta del Patronato de Protección de la Infancia al Instituto de las Hijas de María Auxiliadora para que se hiciera cargo de dieciséis niñas pobres en calidad de internas. Para acceder a lo pedido se necesitaba un local y este se pudo conseguir con la ayuda de Pilar Fontán y Vergara y Don Rafael Romero".
La comunidad inició su labor en medio de una extremada pobreza, "aunque donativos en dinero -señala Dolores Bohórquez, llegaban siempre en los momentos de mayor apuro, enviados con frecuencia por Carmen Núñez de Villavicencio, marquesa de Domecq y de forma más esporádica, por otros bienhechores". Además de pobres, los locales de la casa empezaron a resultar pequeños al aumentar el número de alumnas, por lo que pronto también los bienhechores se preocuparon de su ampliación. La incipiente labor de las salesianas de la calle Cabezas, empezó de inmediato a ser conocida por todo Jerez y posteriormente se abrieron las clases elementales para alumnas externas, que se complementaban con los talleres para jóvenes obreras.
El 7 de mayo de 1946 el colegio recibía gratuitamente 110 niñas y las hermanas abrieron la escuela-hogar, aunque este tipo de internado terminó hacia los años 90. "A partir de esta fecha, -señala la directora- las hermanas se han dedicado sólo al externado con la EGB y Formación Profesional, ambas oficiales y subvencionadas". Asimismo, explica que "aunque se haya transformado su fisonomía primitiva, la casa sigue enclavada en uno de los barrios más deprimidos de nuestra ciudad". Como centro salesiano, Dolores Bohórquez cuenta que su principal objetivo es "el desarrollo integral de la persona en su dimensión intelectual, social y cristiana, todo ello en un clima de alegría, confianza y familiaridad, propias del sistema preventivo salesiano, basado en la razón, la religión y el amor". En este sentido, insiste en que "la labor formativa de los educadores de nuestro colegio va más allá de lo que comporta la transmisión de una serie de conocimientos y establecen con el alumnado una relación franca y de colaboración, está en medio de los alumnos con una presencia activa y amistosa, que favorece en ellos todo género de iniciativa para crecer, lo que nosotros llamamos el clima de familia".
En el apartado del 'debe', la directora reconoce que "el nivel económico de un alto porcentaje de las familias de nuestro centro es medio-bajo y a pesar de la optimización que hacemos de los recursos que tenemos, una de las mayores carencias es la falta de recursos materiales".
En cuanto a su infraestructura y dotaciones, el colegio tiene su entrada principal en la plaza de San Lucas, aunque también dispone de otras dos, una para Educación Infantil, en la calle Cabezas, y otra para dar acceso al patio de recreo. En lo referente al edificio, las aulas y el resto de las instalaciones docentes se distribuyen en tres plantas que rodean a un patio interior. Además de las aulas, el colegio está dotado de una sala de audiovisuales, aula de Informática, salón de actos, aula de Música, laboratorio, biblioteca, y aula de psicomotricidad para los más pequeños.
Los alumnos, con edades comprendidas entre los 3 y los 18 años son, según explica la directora "estudiantes dinámicos, creativos y que buscan y necesitan motivaciones y encuentros personales. La mayoría participan de actividades religiosas en hermandades y muchos en los grupos de fe de la propia casa". El colegio cuenta con una doble dirección: una estrictamente académica, que es la que le corresponde a María Dolores Bohórquez, y otra que abarca a toda la 'casa', que es responsabilidad de María José Silva y donde se incluyen también una gran cantidad de actividades. A diario por ejemplo dan los 'buenos días', que consisten en la lectura de un cuento, un artículo de periódico, un texto del Evangelio... para que los niños reflexionen.
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