'Club Cocodrilo', filosofía de vida

"Es nuestra filosofía de vida", así definen los integrantes de 'Club Cocodrilo' la forma de ver su grupo de música y de sentir la amistad. No viven de ella, motivo por el cual para muchos su pasión por es más auténtica. Hoy actúan en el colegio La Salle Buen Pastor dentro de la programación que la congregación está realizando por la celebración del 125 aniversario de su estancia en la ciudad.

"Nuestra afición a la música viene de los años 60. Nos reunimos cuatro amigos para formar un grupo que se terminó cuando nos fuimos a estudiar las carreras. Desde hace unos 15 años aproximadamente se nos ocurrió volver a montarlo, y seguimos tocando lo mismo que hace 40", apunta Pepe Arcas, quien señala que el nombre del grupo viene de "cuando el padre de Carlos nos cedió el ático de su casa y lo transformamos en un club con tocadiscos y barra. La condición para entrar era llevar puesto el jersey del 'cocodrilo'. Tanto es así que había gente que esperaba en la escalera y cuando uno se iba se cambiaban de jersey. Así que cuando creamos el nuevo grupo le pusimos 'Cocodrilo' como recuerdo a esos momentos".

Las familias de estos músicos amateur están "encantadas, nos ven disfrutar y disfrutan ellas", señala Carlos, mientras que Arcas apunta que "los hijos también. De hecho cuando mi hija le dice a sus amigos que su padre toca rock&roll no se lo creen".

El repertorio de sus conciertos abarca "casi exclusivamente música de los años 60, 70, baladas y mucho rock. La verdad es que en nuestras actuaciones los que más disfrutan somos nosotros. Es una manera de sentir la música de forma muy especial", recalca Pepe Silvas. A su lado, José Ramón apunta que "hay que tener en cuenta que nuestra música es en directo. Cantamos lo mismo de hace cuarenta años y seguimos teniendo los mismos fallos. En este tipo de conciertos puede haber pequeños errores".

Hace pocas semanas la revista 'Ling', de la compañía aérea Vueling, les dedicó un reportaje. Son amantes de las partituras y grandes profesionales en sus respectivos trabajos. Se reúnen cada fin de semana para evadirse de la rutina diaria y demostrar a los jóvenes que la vitalidad no va siempre relacionada con la edad.