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Jerez

"Frente a esa fachada pasan cada día 70 niños, esto es tercermundista"

  • La propietaria de una escuela en Ídolos muestra su enfado por el cierre de la calle. Movilidad retiró ayer la señal de prohibición de paso sin aclarar si continúa el riesgo de desprendimiento.

El Área de Movilidad del Ayuntamiento decidió ayer retirar la señal de prohibición de paso a los peatones que estaba ubicada en un extremo de la calle Ídolos, en la confluencia con Guadalete. Sin embargo, desde el Consistorio no se aclaró si es que los técnicos han entendido que ya no existe riesgo de desprendimiento en la fachada lateral de la Escuela de Arte ni si hay por el momento prevista alguna actuación para reparar los daños. Esta indicación, que se emplazó en Semana Santa después de que cayeran cascotes del enfoscado, significaba según reconoció el Ayuntamiento días atrás, que quien transitara por esta vía peatonal lo hacía bajo su cuenta y riesgo, pues ellos cumplían con su deber de advertencia.

Una de las personas a quien más afecta la situación de la calle Ídolos es Belén Fernández, propietaria de la escuela de música y danza a la que da nombre. "Fuimos nosotros los que llamamos al Ayuntamiento porque ocurrió frente a la puerta de mi local. Todo empezó cuando cayó un cascote sobre el coche del padre de un alumno. Vinieron los bomberos y descarnaron parte del enfoscado. Desde entonces no hemos sabido nada más. De hecho, tampoco me gustó porque tardaron una semana más en retirar todos los escombros". De hecho, se enteró de que había una señal en el otro lado de la calle de prohibición de paso a los peatones tras leerlo en este mismo medio. "Llevo estos meses viniendo a trabajar sin haberme enterado de nada de que estaba prohibido porque siempre entro a la calle Ídolos desde Porvera".

En su escuela están inscritos alrededor de unos "70 niños, divididos en varios turnos, que para entrar aquí pasan frente a esa fachada y que incluso se quedan algún rato en la puerta esperando a que vengan a recogerles". Además, en la escuela hay nueve personas dadas de alta. "Si algún alumno deja de venir por esto, ¿qué ocurre? ¿Cómo cierro el mes? Va el Ayuntamiento a compensarme cuando lleguen los padres a darse de baja? Y si un trabajador mañana me dice que no viene por el riesgo, ¿quién le paga el sueldo? ¿El Ayuntamiento?".

Ayer lunes a primera hora, su marido acudió al Ayuntamiento a reclamar que se arregle el inmueble, que se encuentra operativo pues es donde se dan clases del bachillerato de Artes, además de otros estudios reglados. "Es un edificio público, precisamente son las administraciones quienes se deben hacer cargo. Si fuera privado , Urbanismo ya estaría exigiendo que se arreglara. Lo sé porque a mí misma me ocurrió con mi local, tuve que pedir un crédito para arreglar mi fachada. ¿Cómo puede ser que siendo público se permita que se encuentre en mal estado?", se pregunta.

A lo largo del día de ayer, Fernández tenía previsto iniciar los contactos con el resto de vecinos de la calle Ídolos para hacer fuerza común y encontrar una solución a este problema. "Es lo lógico, aquí hay gente que tiene su vivienda y su trabajo, yo no pienso dejar de venir". El de Fernández no es el único negocio de la zona. El propietario de un tabanco, situado en el otro extremo de Ídolos, en la calle Guadalete, explicó a este medio que fuese como fuese iba a seguir abriendo su negocio. Igual de preocupante resulta para los vecinos, para quienes renunciar a entrar en sus casas sería aún más traumático.

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