“Las letras de las saetas necesitan una renovación”

Flamenco

El jerezano acaba de publicar el libro ‘Canto oración de la Semana Santa de Jerez, ‘La saeta’, que presenta este jueves en la peña La Bulería

Rafael Lorente, posando en su casa con el libro.
Rafael Lorente, posando en su casa con el libro. / Vanesa Lobo
Fran Pereira

Jerez, 31 de marzo 2019 - 05:00

“Canto Oración de la Semana Santa de Jerez de la Frontera, ‘La saeta’”. Bajo este título, Rafael Lorente, gran aficionado y escritor, se acerca a la saeta jerezana en su último libro, que saldrá a la venta en los próximos días y que presentará oficialmente el próximo jueves 4 de abril a partir de las 21 horas en la Peña La Bulería.

Con él pretende llevar a cabo una aproximación al que considera “una oración cantada”, aportando no sólo un nuevo material letrístico para los saeteros, sino también una base sólida de lo que es la saeta en Jerez, con una pequeña guía sobre dónde escuchar a las mejores.

El libro ha sido realizado durante “dos años más o menos. Date cuenta que yo voy haciendo cosas, las dejo encima de la mesa y poco a poco las voy puliendo según mi estado de ánimo. Hay veces que las saetas salen fáciles pero hay otras que hay que trabajarlas”, explica.

Lorente reconoce que escribir saetas “no es fácil, hay que trabajarlas porque tiene que tener sabor y una terminología flamenca, del argot flamenco”.

En total, ha escrito “unas cuarenta saetas”, y todas están dedicadas o tienen una significación especial. “He hecho saetas a hermandades, a personas y familiares a las que tengo cariño, a artistas...algunos que están con nosotros y otros que ya no están”.

Para el autor, gran conocedor de este palo, desde su estilo a su estructura, esta oración cantada “necesita una renovación de sus letras. Para una persona que viene a la Semana Santa por primera vez, escucha una saeta y le impresiona, pero el que es aficionado, comprueba que siempre se repiten las mismas letras. Es cierto que cada uno le pone su impronta, porque no es lo mismo escuchar una saeta en la voz de Moneo o de Agujetas, pero sí que sería bueno renovarse”.

No obstante, admite que “hay muchos flamencos que tienen capacidad para renovarse, o bien buscando cosas nuevas o bien inventando, como hacía El Torta. Incluso he oído a algunos hacer de dos saetas, una, y de esa forma innovan. También se da el caso de saetas antiguas que ya no se cantan, y que deberían recuperarse, yo recuerdo que Sordera o mucha gente de La Plazuela hacían saetas poco escuchadas, igual ocurre con Juan Junquera, que guarda en su conocimiento letras más antiguas”.

Rafael Lorente cree que cantar una saeta “tiene una gran dificultad”, “hay que tener muy buenas facultades y muy buen oído, sobre todo para afinar bien, porque si te vas un poco arriba, es imposible doblarla”.

Su amor por este cante procede de su amistad con Juan de la Plata. “A mí en todo este universo de la saeta me sumergió Juan de la Plata, que hizo muchas cosas, a través de la Cátedra, con ella. Recuerdo las charlas que se daban en la calle Quintos, y los cantaores que por allí pasaban, El Carbonero, Acosta, Manolo Sevilla. Yo después he escuchado a los Sordera, La Paquera, Juana Domínguez, la madre de Salmonete y Elu”.

De aquella época recuerda con nostalgia “el respeto que había antes cuando alguien cantaba una saeta, ahora hay demasiados metepatas”. En este sentido, Lorente afirma que este hecho “que el saetero sienta que la gente lo quiere escuchar, es importante”, más que nada porque para él “la saeta se tiene que escuchar en una calle pequeña, donde la voz rebote en la pared y el saetero la escuche, y así se vaya guiando por la sonoridad que él mismo lanza”.

Siguiendo esa línea, el libro incluye “una especie de itinerario para escuchar las mejores saetas en Jerez”, además de ilustraciones realizadas por Pedro Carabante y un prólogo de José Luis Zarzana.

Sobre la salud de la saeta, Lorente considera que “hoy día hay más saeteros que nunca” e incluso se atreve a reconocer que “hasta los neófitos hacen la saeta de Jerez como la tienen que hacer”. Además, ensalza el trabajo que se hace por ejemplo desde la Peña Buena Gente con su concurso. “Esos premios nunca se han dado, y tiene un prestigio en toda España”.

En ese aspecto, el autor entiende que poco a poco se está recuperando “la saeta corta de Jerez por seguiriyas, porque hubo un momento en el que se empezó a hacer la saeta ‘salmodiada’, ésta que tanto sabe Juan Salido. Hoy se ha vuelto a hacer la saeta hablada, que hay que tener tela para cortar los tercios, comenzarlos de nuevo y luego pegar una subida que son tres octavas”.

stats