Las instalaciones de la Real Escuela de Arte Ecuestre acogieron ayer por primera vez, ya que hasta el momento en las ediciones anteriores se había venido celebrando en los Museos de la Atalaya, la tradicional zambomba BIC.

Este acto, que arrancó oficialmente en el año 2015, se ha convertido en un clásico durante este mes de diciembre y cuyo objetivo principal no es otro que conmemorar la denominación de la zambomba como Bien de Interés Cultural.

En este 2020 marcado por la pandemia, su puesta en escena no fue la habitual sobre todo porque las condiciones sanitarias así lo recomiendan. Así que con estrictas medidas de seguridad y con la mascarilla como complemento, la cita ha contado con un aforo reducido y la tradicional candela sobre la que se situaban los cantaores y cantaoras ha quedado relegada para otra ocasión.

Como viene ocurriendo estos días en otros lugares de la ciudad, la zambomba ha pasado a ser una actuación, como así ha decidido el Covid.

Pese a todo, y aunque el poco público ha estado dispuesto en sillas separadas por distancia de seguridad, las personas que han asistido han podido entonar algunos de los villancicos de la tierra que los distintos grupos que han pasado por el patio del Museo del Enganche han interpretado.

La cantaora Davinia Jaén, en un momento del acto.

A la cita han acudido distintos representantes de las administraciones, como la delegada de la Junta en Cádiz, Ana Mestre, la diputada nacional María José García-Pelayo, o la delegada territorial de Cultura, Mercedes Colombo, además del director de la Real Escuela, Jorge Ramos.

Durante varias horas, las radiantes voces de Lidia Hernández, Carmen y Gema La Cantarota, Davinia Jaén, Manuel de Cantarote, Macarena de Jerez, Tía Juana la del Pipa, Tamara del Tañé, Eva Rubichi, Carmen Grilo, Anabel Rosado, Juan Lara, Saira Malena, o José Montoya Carpio ‘El Berenjeno’ han rescatado los villancicos tradicionales de la tierra maridados con las guitarras de Ramón Trujillo, Ismael Heredia, Juan Manuel Moneo y Javier Ibáñez.